Mitos del periodo de adaptación
Érase una vez, una madre primeriza que creía que iba a poder mantener el blog mientras su hija se adaptaba a la escuela. ¡Pero hasta la batería de la cámara tengo descargada! Otro error de primeriza… Pero ya veo la luz… La fiera ya se está adaptando y la semana que viene empieza con el horario normal de la escuela; y yo con el mío. ¡Yuhu! Por cierto, la adaptación a la escuela ha sido un proceso largo, pero fructífero. Durante dos semanas, he estado en la clase de Emma con ella. Esta semana ya la he esperado fuera un día y otros dos me he escapado una hora para hacer recados. Sin embargo, los niños que entraron súper contentos los primeros días y cuyos padres salieron del aula enseguida, ahora lo están pasando mal y lloran un montón. Ya nos avisaron los profesores, en algún momento, lo tienen que sacar. Y no penséis que los que han ido a la guardería juegan este partido con ventaja, porque en la escuela estábamos seis madres/padres/abuelas dentro del aula y cinco éramos de niños de guardería. Hala, ¡a jugar a pala, hermosas! Nos vemos la semana que viene. ¡Oe, oe, oe!

Expresas perfectamente en pocas lineas lo que es una adaptación a la guardería o escuela. Yo lo he vivido con mi hija de 14 meses.
Empezó la escola bressol (escuela cuna es como se llama en catalán) con 9 meses el curso pasado y estuve durante un mes acompanyándola en clase, dejándola sola hasta que uno ve que el bebé está a gusto y que eres capaz de irte tranquilamente.
Para este curso, por diferentes motivos principalmente profesionales, la adaptación ha sido más a saco y para nosotros los padres ha sido más duro. Por las mañanas casi nos rifamos a ver cual de los dos la acompaña… Aunque la profesora luego te cuenta que se calma, que come bien, se echa una siesta de campeonato, hace caca, juega, es decir, lo normal de un bebé, se pasa mal.
Mi conclusión es que cuanto más lento y respetando el bebe, mejor la adaptación, pero no siempre se puede…
Sí! Y qué lo digas! Cuanta más adaptación, mejor (siempre que se pueda).
Un saludo, preciosa, y atenta al post de los piojos… Que a mi ya me pica todo!
Muas!!!
qué guay que has podido estar tanto con ella, seguro que eso es clave. no sé por qué en muchas escuelas no dejan que estén los padres…