Pescado para bebés que comen solos
Quedaba la cola del bacalao y algo de arroz del mediodía. Mhhh… «Con esto seguro que nuestras madres hacían unas albóndigas para chuparse los dedos», pensé. Di un googleazo y efectivamente. El éxito de la receta fue aplastante, así que la dejo aquí por si os sirve de inspiración para alguno de esos días en los que no sabéis qué cocinar (a mi me ocurre constantemente).
Ingredientes:
Un trozo de bacalao fresco
Una ración pequeña de arroz basmati hervido
Un poco de cebolla (también puedes añadir pimiento verde)
Ajo y perejil
Leche y harina, también puedes agregar huevo y pan
Elaboración:
Hervir el bacalao hasta que esté completamente cocido pero tierno. Aprovechar el arroz hervido del mediodía o del día anterior. Si lo cueces al momento y no lo dejas reposar unas horas, las albóndigas se deshacen (o al menos eso me pasó a mi la segunda vez que preparé esta receta). Preparar un sofrito con la cebolla, el ajo y, si te apetece, añade pimiento verde. Al final, incorporar el perejil bien triturado. En un bol, desmenuzar el bacalao con las manos quitando cualquier espina que pudiera quedar, añadir el arroz y el sofrito. Mezclar bien y agregar, a ojo, leche para formar una masa homogénea. Puedes añadir también un poco de huevo batido y miga de pan (o pan rallado), según sea tu costumbre o lo que tengas en casa. Por último, echa una pizca de sal, seguro que a tu bebé no le importa y a ti te parecerán unas albóndigas más sabrosas. Si puedes dejar reposar la masa, ¡perfecto! Luego haz pelotitas, enharínalas y fríe en aceite. Por cierto, en algunas recetas, una vez fritas las albóndigas, las añaden a una salsa de cebolla y tomate y las dejan cocer unos diez minutos. Eso no lo probé, pero seguro que mejoran muchísimo. Nosotros las comimos tal cual y a Emma le encantaron.
En las imágenes, las dos imperfectas albóndigas que se zampó Emma (que en realidad parecen croquetas), el bacalao desmenuzado, el arroz por encima del bacalao, el sofrito y la masa final.

Uyy que se ven apetitosas y nada complicadas en su elaboración.Ahora tngo más hambre!cómo me cuesta engañar al «bicho»que vive en mi estómago.Voy a la cocina…a mordisquear unas tortitas de arroz.Estoy a 2kg de mi peso de toda la vida,así que a seguir en la lucha!