Una situación injusta
Creo que en el blog nunca he llegado a hablar claramente de mi situación laboral. Me resulta muy doloroso explicar que no estoy trabajando, ya que mi cerebro no está emocionalmente preparado para asumir esa situación con naturalidad. Lo peor de todo es que llevo así ¡tres años! Todo empezó antes del embarazo de Emma, cuando trabajaba en una redacción de un diario (mi sueño hecho realidad) y las cosas empezaron a torcerse. ¿Cuál es la opción más barata para tener una periodista que ya no es una novata trabajando? Convertirla en autónoma y que trabaje desde casa. ¿Y si le pagamos un 20% menos de lo acordado? ¡Si cuela! Uy, ¿que la chavala trabaja 28 de cada 30 días? Si aguanta… Bueno, pues en esa situación podréis entender que un día dije basta; me merezco mucho más que esta mierda. No soy la primera ni la última (¡ojalá!) redactora que lo manda todo a freír espárragos. De hecho, creo que somos más los de este último grupo que los que siguen en la trinchera («el periodismo es una carrera de fondo», me dijo un compañero para ver si me hacía cambiar de decisión). Pero yo lo que creo es que las condiciones laborales del periodismo son tan nefastas que sólo he encontrado dos gremios en peores situaciones que el nuestro: la prostitución y las asistentas del hogar que viven en la casa donde trabajan. Y os aseguro que no estoy exagerando. Obviamente las prostitutas, no olvidemos que muchas de ellas son esclavas sexuales, encabezan mi particular ránking, seguidas por las asistentas y, en tercer lugar, los periodistas, sobre todo las periodistas. Sí, nosotras somos mayoría en la facultad, pero nos convertimos en minoría en las redacciones y en esporádicas en los puestos de dirección. Y, finalmente, en ausentes como directoras de medios. Los medios de comunicación huelen mal, señoras. Desprenden un tufillo a machismo penetrante… Y es una pena que nuestra sociedad siga así, en pleno siglo XXI. Además, es un drama que pasa desapercibido a la sociedad. Porque aunque no me creáis del todo, una sociedad democrática no es democrática sin unos buenos medios de comunicación. Y es imposible tener unos buenos medios de comunicación con periodistas trabajando a destajo, sin unas condiciones laborales decentes y con plantillas plagadas de becarios, a los que a la mayoría se les dará la patada una vez pase el periodo de pruebas (sobre todo, a ellas). ¿Por qué os cuento todo esto? Por dos motivos, el primero es para que echéis un vistazo, si os apetece, a mi artículo de opinión publicado en Pikara Magazine hablando sobre ello. El segundo motivo es porque conviene leer historias como la mía que nos hagan recordar que es necesario cambiar las cosas para construir un mejor mundo. Sí, soy de esas personas que piensa que las cosas pueden cambiar y que entre todos ¡debemos cambiarlas! Ahora que estoy terminando el máster, ya estoy preparada para un gran cambio, un cambio que me permita ser la dueña de mi futuro laboral. Y vosotras, ¿estáis preparadas para cambiar el mundo? ¡Espero que sí! Ah, a todo esto, no os perdáis esta página web: se llaman Marea Fucsia y me encanta.
En la imagen, una ilustración de Fina la Endorfina para la web Marea Fucsia.

¡Animo Gessami!!!! Mientras el periodismo esté tan mal como cuentas, habrá que dedicarse a otras cosas… Un nuevo trabajo te espera a la vuelta de la esquina!
Iep!!! La verdad es que ahora estoy muy animada, pero realmente me ha costado mucho renunciar a mi vocación. Ha sido un proceso largo y difícil, ya que el periodismo era para mí mi absoluta vocación. ¡Pero ya está! Trago superado. 😉 Cosas mejores me esperan!!!
Un besazo guapa!
Viva el optimismo de tu respuesta a Amaia!!!! Realmente debe ser duro renunciar a tu vocación, pero soy de las que creo que una persona (y sobretodo, tan completa como tú), tiene más de una faceta en la que poder triunfar y disfrutar. En E.E.U.U. el cambio de trabajo de manera radical está a la orden del día…Y a mí me atrae mucho esa idea!! Piensa que puedes seguir escribiendo en el blog o colaborando con otras revistas, mientras te dedicas a otro trabajo que, estoy segura, te llenará tanto como el periodismo. Mucha suerte!!
¡Cuánta razón tienes! A mi también me encanta el optimismo de Amaia (y me ha hecho ver que no proyecté el suficiente optimismo que siento ahora en la conclusión del post,¡ops!). Como bien dices, reinventarse está a la orden del día en EEUU y es una opción fantástica y necesaria. Ahora sí lo veo así, aunque me ha costado lo suyo, ¡mierda! Pero lo que me apena y siempre me apenará hasta que la situación cambie, es el panorama de los medios de comunicación. Mi situación personal es sólo una anécdota. Como ciudadanos, nos afecta tener a nuestro alcance unos medios de comunicación de calidad, que creo que no tenemos. Por ejemplo, hace tiempo que ya no enciendo la tele y, cuando se me ocurre encenderla, me espanto al ver la poca profundidad de las noticias y de que estas duran sólo un día. Por no hablar de la apariencia física de las presentadoras… ¿Algún día tendremos presentadoras sin retocar? ¡Por favor, la belleza son narices singulares, labios finos y pechos auténticos! Así que, como ya imaginaréis, me declaro fan incondicional de Ana Pastor. ¡Es lo más!
¡Me ha encantado el artículo! Muy interesante y muy real. De niña quería ser periodista, pero menos mal que, al final, me hice maestra que me ofrece mucha más seguridad laboral, aunque pronto tendré que decidir (como tú) si trabajo o niña.
Ten claro q hiciste lo mejor y q esto no lo podrás volver a vivir y trabajos hay muchos y seguro que encuentras alguno. Mucho ánimo. Un beso.
¡Gracias, Lucía!
Ay Gessamí, no sabes como te entiendo. Yo llevo dos años en tu misma situación, me echaron del trabajo embarazada de 8 meses porque se me acababa el contrato y desde entonces no encuentro nada de nada. Me siento muy feliz en el papel de madre, pero también me gusta trabajar. como muy bien decías hace unos días, no me siento ni ama de casa, ni mamá, ni profesional,… estoy en un limbo conmigo misma, y eso hace que haya días en los que lo lleve fatal. En mi caso todavía cuento con la prestación, pero está a punto de agotarse, …. y eso ese momento será durísimo para mi, a nivel de «orgullo». Una vez que una mujer, más si es madre, sale del mundo laboral, lo tiene muy que muy difícil volver a entrar, más en estos tiempos. En mi caso lo que percibo es qeu si eres hombre en el paro, es un drama y todo el mundo te intenta ayudar, etc. Pero si eres mujer pues te dicen, bueno mejor tu ahora cuidas de la niña, bla bla bla, fíjate que bien, tampoco pasa nada porqeu no trabajes, bla bla bla….. como vés, estoy totalmente de acuerdo y contigo así qeu mucho ánimo
¡Hola Mónica! Mola leer situaciones parecidas a las nuestras, ¿verdad? Otra lectora me ha escrito un email contando una situación similar y yo me he identificado plenamente con ella.
A veces, con este tipo de posts tengo dudas, ya que implican sincerarte al máximo y dejar un halo de tristeza en el blog… Pero creo que a veces es necesario hablar claro, también de las cosas amargas de la vida.
Aun así, que conste, mi conclusión es que hay que cambiar y hay que reinventarse. Y ambas cosas son positivas. ¡¡¡¡Muy, muy positivas!!!! No debemos perder nuestro optimismo y debemos ganar cada batalla que se nos cruce por el camino profesional.
Un besazo!
Hacia atras ni para tomar impulso…
Gracias por compartirlo…
cosicasdenuestravida
¡Di qué sí!
Un besazo enorme!!!
Pues, ¿sabes que pienso yo además? Que nada pasa por casualidad. Lo creo de verdad. Así que es el momento perfecto de coger las riendas y hacer algo!
Nada de intentar… Hacer! Hazlo o no lo hagas 🙂 Va a ir genial, verás
¡Yo también lo creo! ¡Gracias bombones!
¡Tú lo has dicho! Nada de intentar: ¡¡¡hacer!!!
Muas, muas y remuás!!!!
¡¡¡Claro que sí!!! Época de crisis, época de oportunidades (para quién las sepa ver 😉
Quién sabe si en este nuevo mundo no encuentras tu verdadera vocación. ¡Mucha suerte!
¡Eso es! ¡¡¡Gracias!!!
A mi estos posts tuyos tan reivindicativos me remueven por dentro, así que por partes:
-que hablen de igualdad, discriminación positiva y la palabra que más me gusta: conciliación, es todo una mentira gorda y apestosa. Yo también me quedé en paro un mes antes de dar a luz.
-muchas veces me pregunto porqué todas las presentadoras están buenísimas y ellos no hay por donde cogerlos. Mismo criterio de selección, por favor, que a nosotras también nos gusta alegrarnos la vista (modo ironía, para l@s que no me conozcan)
-nos han formado para ser mujered trabajadoras (dentro y fuera del trabajo) pero se nos cae la casa encima, necesitamos sentirnos útiles y tener independencia económica.
-nos cuesta cambiar el chip pero creo que nos adaptamos mejor a los cambios, conozco muchas mujeres en situaciones parecidas, que se forman y se reinventan. Tomemos las riendas de nuestras vidas y cambiemos lo que no nos gusta!
-coincido con otro comentario, las cosas pasan por algo y cuando se cierra una puerta se abre una ventana, tenemos que estar atentas, ver las señales y seguir nuestro instinto
-todos tenemos días de bajón, pero a mí me sorprende con qué poquito nos animamos y volvemos a la carga, un paso atrás sólo para coger carrerilla!
-en resumen, Gessamí, ánimo! Energy! Y yo estoy preparada para el cambio, ¿por dónde empezamos?
Un besote a todas y siento el «chapón» ;p
Pero te remueven para bien, ¿no? ¡Porque de eso se trata! ¡Remover, reflexionar, tirar hacia adelante y, aun sin mirar atrás, construir un futuro mejor para todos y todas!
Gracias, preciosa, y de chapón nada, que me ha encantado!!!
Muas!!!
Of course que para biennnnn!