De entre todas las decisiones más importantes a las que deben hacer frente los futuros padres primerizos, destaca la de escoger el nombre del bebé. Muchas parejas llegan a sabios consensos. No es nuestro caso. Mi marido insistía en que eso de pasarse meses dándole vueltas a largas listas de nombres sólo iba a generar conflictos y que, en el fondo, un nombre es sólo un nombre. El señor es muy, muy alemán. ¿Qué sugería él? Desde el comienzo, insistía en repartirnos el trabajo: si el bebé era niño, él escogería su nombre. Si salía niña, sería mi responsabilidad. Yo estaba completamente en contra de lo que me parecía un absurdo método. Pero el señor, que cuando quiere tiene la habilidad de ponerme la cabeza como un bombo, insistió. Una noche, mientras jugábamos al backgammon (un juego de mesa muy antiguo), me lanzó un órdago: si él ganaba aquella partida, seguiríamos su propuesta. Pero si ganaba yo, elegiríamos juntos el nombre de nuestro bebé. Él ganó, yo perdí. ¡¡¡Ohhh!!! ¿Oh? No, no, no. Llegó el quinto mes de embarazo y la ecografía reveló que esparábamos una niña. ¡Ja! Por tanto, según el esquemático modo de hacer germano, la única responsable de la elección del nombre de nuestra hija era de una servidora. ¡Toma ya! Pero no os creáis que me dejé embriagar por tanta acumulación de poder. Como era de esperar, finalmente escogimos juntos, aunque fue sobre una escueta lista de tres nombres propuestos por mi. A saber: Laia (rechazado, porque según mi marido todas mis amigas se llaman Laia), Martina (porque le recuerda a la tenista Navratilova) y Emma. El nombre de Emma tampoco le gustaba, y todavía le gustó menos cuando se enteró de que en 2010 fue el nombre más común en Dinamarca y el segundo en Alemania, además de ocupar los primeros puestos en Estados Unidos e Inglaterra. Yo tengo un nombre catalán inusual y de difícil pronunciación (la «g» de Gessamí es sonora, como las ge italiana y francesa), mientras que en la escuela, en todas las clases había, como mínimo, dos chicos con el nombre del mío. Por tanto, y por experiencias opuestas, mientras él hubiera escogido un nombre original para nuestra hija, yo opté por lo fácil y de sencilla fonética en casi todos los idiomas europeos. ¿Un secreto? Cuando en la semana 20 del embarazo supimos que llevábamos una niña, le dije a todo el mundo que se llamaba Emma, así ya no habría marcha atrás. Es decir, mi maridín, el gran perdedor de backgammon, no conseguiría meter baza en las veinte semanas restantes de embarazo que nos quedaban por delante. Vamos, que le salió el tiro por la culata. Y a vosotras, ¿os costó mucho escoger el nombre de vuestro bebé? Contad, contad…
En la imagen, portada del clásico literario «Emma», de Jane Austin, reeditado por Penguin Threads.

En nuestro caso, no fue nada nada nada fácil….desde el principio yo hacía propuestas que a Javi descartaba de inmediato (especialmente los nombres en euskera, que le sonaban a chino) pero él no proponía ni un solo nombre. Un día se me ocurrió decirle Martina (creo que fue el 295º nombre o así..) y se enganchó a él… Y cuando nos preguntaban por nombres él decía que estábamos pensando varios, entre ellos Martina…. total, que todo el mundo pensaba que ya habíamos elegido cuando no era así y todo estaba abierto…
Yo propongo una variación de la dificultad de elegir nombre, y es la intromisión de la familia… en mi caso, tanto mi suegra como varias cuñadas, me dijeron que yo podía poner a mi hija el nombre que quisiera, que ellas la llamarían Martina… os podéis imaginar cómo me sentó…
Al final cedí porque Javi se ha venido a vivir a Bilbao desde Huesca y un día empezó «llámala June (el que yo quería..)… ponle tu apellido…. bautízala aquí… da lo mismo…..» y ante el «chantaje sentimental» cedí… y bueno, ya es Martina y no me la imaginaría de otra manera…
Eso sí, si hay un siguiente, ya le he dicho a Javi que no diremos ni los nombres que barajamos… anunciaremos el nombre cuando ya esté decidido y se acabó…
Esto de elegir el nombre tiene mucha miga….. un buen tema que seguro que va a dar mucho de sí….
Muxus!
Nuestra idea era no decir el nombre hasta que naciera. Estábamos hartos de las intromisiones de las que habla Izaskun, familiares y de amigos… Yo no sé porque la gente opina con tanta libertad, en fin….
Bueno, cuando nos enteramos de que sería un niño, Víctor imprimió una lista de tropecientos nombres y empezamos a tachar…..Como nos aburría y tampoco teníamos prisa, llegamos al octavo mes con 15 nombres!!!! Al final, dicidimos el nombre la noche antes de que naciera. Estábamos entre 2, uno que me gustaba a mí y otro a Víctor y ganó él….Pero ahora no me imagino a mi hijo con otro nombre.
De una cosa estoy segura, que si tenemos otro hijo, volveremos a esperar a que nazca para decir su nombre.
Lo nuestro fue muy rápido, nos enteramos de que sería niño en la semana 13 de embarazo, y el primer día que mi marido y yo nos pusimos a hablar de nombres en serio le propuse Rubén y dijo «vale», así que no tenté la suerte con más propuestas, ya desde muy pronto fue Rubén para todo el mundo y como tú dices Ana, no me lo imagino con otro nombre.
Es una decisión tan difícil y tan importante, ¿mejor uno raro y diferente? ¿mejor uno que te guste aunque sea común?, en fin, yo he vivido toda mi vida con un nombre diferente y siempre pensé que si tenía hijos les pondría también un nombre original y al final he optado por el nombre que nos ha gustado a mi marido y a mí… en la mayoría de los casos siempre hay que llegar a un consenso. besos
Nosotros teníamos clarísimo el nombre del bebé si era niña. No había dudas, estaba decidido, antes incluso de quedarme embarazada. La verdad es que el sexo del bebé nos daba exactamente igual pero como el nombre ya estaba decidido, pues si era niña, no habría discusión posible. En la eco de las 12 semanas – super pronto, lo sé- mi ginecólogo se aventuró a señalar que veía una posible niña, ¡bien! Pues ya tiene nombre.
La cosa se complicó cuando en la eco de las 16, de pronto,la niña ya era una niño. Pronto también, pero vamos, que los niños se ocultan menos y si se había visto ya, me parecía más raro que la cosa cambiara. Asi que, niño… Y ahora, ¿qué nombre le ponemos?
A mi marido y a mí desde siempre nos han gustado mucho los nombres internacionales, y los de origen nórdico más concretamente. El de niña también va por ahí. Eso sí, tenía que ser algo fácil de pronunciar y, a poder ser, cortito.
Yo, reconozco, que tiraba más por los nombres vascos.
Mi nombre elegido era Iker. Tradicional en el País Vasco, y muy conocido ahora por el resto de España. Pero vamos, que ni hablar. A mi marido le gustaba Kepa. ¿Cómo? Pero si ese nombre ya tiene dueño, es el marido de mi mejor amiga que conozco desde que era adolescente!
Vamos, que el tema estaba muy difícil. A cada unos nos gustaban unos cuantos, pero estos no coincidían con los que le gustaban al otro. Hasta que un día se me ocurrió Erik y Rubén no puso mala cara. Ahora, nos encanta a los dos. Porque es su nombre, y creo que si le hubiéramos puesto Faustino también hoy estaría encantada con la decisión 🙂
Eso sí, si vuelvo a tener un bebé, espero que sea niña, porque con Erik gastamos la única opción que teníamos, jejeje
Yo quería un nombre menos común que Markel pero no quería el típico que se pasa de original, que no sabes si es chico o chica y que no sabes ni cómo se escribe. A mi me gusta porque es corto, suena fuerte y se lee como se escribe, pero tengo que reconocer que a mi marido no le convencían el resto de nombres que le proponía.
Hablando de todo un poco, el sábado estuvimos en el balneario de Solares, no se si alguna ha estado, está a 40 min. de Santurtzi, muy cerquita de Santander, tiene una piscina termal muy grande (nosotros no la probamos, porque nos dieron masajito y no teníamos tiempo material para más) pero lo mejor es que tiene balneario infantil, es una piscina climatizada para bebés a partir de 3 meses, tienen que estar acompañados por un adulto hasta los 4 creo, que les puedes dejar ahí mientras tu te relajas…jijiji
Me parece una buena opción para ir con bebés/niños, además con la tarjeta ikea family te hacen un pequeño descuento (que nunca viene mal). Nosotros pasamos una noche en el hotel que tiene 4 estrellas, pero también puedes ir sin alojamiento. Está supercerca de Cabárceno, otro lugar pendiente de ir con Markel cuando se entere un poco más de las cosas y que también te hacen descuento con la ikea family. Feliz lunes!!
¡Qué historias! ¡Me encanta escuchar vuestras experiencias! Eva, oído cocina con el balneario de Solares. Me parece un opción magnífica. Nosotros también tenemos pendiente Cabárceno, pero cuando Emma sea un poco más mayor. Besazos luneros a todas.
Qué super plan, Eva! Algo así estaba yo buscando para ir con Erik. Lo que ocurre es que la mayoría de los balnearios que he visto por ahí no permiten la entrada a bebés, con las ganas que tengo yo de ir con el enano. Así que, iremos seguro! Gracias.
Por cierto, a mí el nombre de Markel me parece super bonito. Mi sobrino y ahijado se llama así 🙂
Y yo, pensándolo bien, al final sí que me salí con la mía en cuanto al nombre. Erik-Iker, solo hace falta cambiar el orden de las letras, jejejeje
Muaaaaaaaaaaaaaaa!
Nosotros tambien lo teniamos muy claro como Monica, se llamaria Maria, nunca barajamos nombres de chico, hasta que llego el dia antes de la eco, estabamos tan nerviosos, no podiamos dormir y empezamos a decir nombres, ante tal caos decidimos que cada uno haria sus listas con orden de preferencia y las pusimos en comun, cada uno ibamos quitando nombres del otro, pero no sin antes probarlos con los apellidos, queriamos que sonasen bien y al final quedo 1 de niña junto con Maria y 3 de niño. Al dia siguiente nos dijeron que era una niña, genial!!! estaba claro, pero comence a darle vueltas toda la tarde y teniamos un dilema porque en ambas familias estamos llenos de Maria, pero me resistia a cambiar de opinion, hasta que caimos en la cuenta de que al añadirle el apellido se llamaria igual que mi cuñada y la verdad es que me gustaba que mi hija tuviese su propia identidad, asi que eso nos dejaba un poco tristes y con la segunda opcion que ha sido la elegida: Marta. Un nombre sencillo pero que suena genial con nuestros apellidos!!!
La eleccion del nombre nos parecia muy importante porque como ya he dicho es la identidad de nuestros pequeños.
Eva, genial tu propuesta del balneario, no sabia que estuviera cerca de Cabarceno, estuve con mis padres de pequeña y aunque no lo recuerdo me encanta ver las fotos, asi que a la libreta de cosas que hacer con Marta.
Un besazo a todas!!!
A nosotros nos costó muchísimo decidirnos! Tambien empezamos imprimiendo listas, pero para minimizar esfuerzos nos esperamos a saber el sexo. Y para evitar presiones externas, la respuesta era siempre «aún no lo sabemos» y «no, no tenemos ningún nombre en mente todavía» . Sinceramente no recuerdo de cuantas semanas estaba cuando nos decidimos por Martí, fué un nombre que nos gustó a los dos desde el principio, pero en nuestro caso la rima con el apellido nos hacía dudar… hasta que supongo que de tanto repetirlo nos pareció que quedaba estupendamente y ya no entendemos por que habiamos dudado tanto! Estoy contigo Mónica, ya es su nombre y te encanta! El nombre de Martí ha resultado tener una consecuencia inesperada… nos gustaba el nombre en catalán y creíamos que era fàcil de pronunciar en castellano pero…..no! Aquí en Bilbao casi todo el mundo le llama Márti!!! Ja ja ja. A mi me parece más complicado que quitarle la n a Martín! Un beso a todas!!
Nosotros decidimos
A nosotros nos pasó un poco comí a Mónica. Si era una niña estaba claro, clarísimo. Incluso antes de quedarme embarazada siempre he dicho, si un día tengo una niña se llamará Irati. Ya se que hay muchas y que no es ninguna novedad pero es el que me gusta…. Pero de Irati nada, ya a las 16 semanas nos dijeron: no hay duda, es un niño…. toma ya!!!! A pensar nombres! Y como vosotras contáis, no se cuantas listas de nombres recibimos por parte de la familia. De una hermana, de la otra…. A mi me gusta….. Pues yo quiero…. Vaya lío!!!! Pero nosotro a lo nuestro. Ibon descartó un montón de nombres propuestos por mí (Ohier, Iker, Markel…. ) a mí me encantaba Martín. Ibon no protestó pero mi madre puso el grito en el cielo! Martín???????? Total, un lío. Ibon propuso Aritz(con acento en la «i» como digo yo). Siempre nos había gustado pero parecía tan normal…. Poco a poco y de tanto repetirlo nos empezó a convencer.el otro nombre finalista esa Eneko. El preferido de la familia(más fácil de pronunciar si no sabes euskera como mis padres) pero decidimos nosotros y se quedó con Aritz. Nos gusta la combinación de Aritz e Irati…
Cierto, Aritz e Irati suenan fenomenal…