Maternidad
El lunes agoté la baja por maternidad. Emma tenía tres meses y veinte días; dieciséis semanas. Voy a quedarme en casa cuidándola otros cuatro meses, disfrutando de lo que queda de paro. Y luego, ¿qué?, os preguntaréis. La verdad es que no lo sé. Mi vida laboral se ha centrado en la prensa escrita, un medio en el que resulta imposible conciliar vida familiar y laboral. De hecho, era imposible conciliar el trabajo simplemente con la vida debido a la ausencia absoluta de horarios de mis tareas (cubría los sucesos). Ahora mi objetivo es trabajar desde casa escribiendo como freelance para publicaciones mensuales. ¿Lo lograré en tiempos de recesión? Mhhh… veremos, veremos. Pero lo que no puedo dejar de preguntarme es cómo consiguen las mujeres (y hombres) conciliar casa y curro. Los casos de mi alrededor se centran básicamente en una opción: una parte de la pareja deja de trabajar fuera de casa, mientras la otra sale de caza en la selva del mercado laboral. Curiosamente, bastantes son hombres reconvertidos en amos de casa y felices papás, con mujeres funcionarias de sueldo estable y decente. En febrero, fui a visitar un aula cuna del banco BBK, con buena reputación y cerca de casa. Debía llevar a Emma a partir de septiembre (con seis meses) y un mínimo de seis horas diarias. Uf, uf, uf… Tanto tiempo y tan pequeña… Mi marido dijo que ni hablar, que ya nos apañaríamos cuando llegara el momento y que siempre estamos a tiempo de buscar una guardería. No obstante, hace unos días, me entraron muchas ganas de reincorporarme al mercado laboral. Salir de casa, perder de vista a la pequeña, las obligaciones domésticas, echarme un café con los compañeros, etc. En fin, desconectar mental y físicamente de la vida doméstica antes de que me devore. Zascandileando en Lula, mi tienda preferida, su dueña me dijo que me envidiaba, ya que ella tiene dos niños pequeños y dos tiendas a su cargo, por lo que pasa menos tiempo del que le gustaría con sus pequeños. Le respondí que yo también la envidiaba a ella, por poder llevar su mente por otros derroteros que no fueran la familia. Será la naturaleza humana, que siempre anhela lo que no tiene. Y vosotras, ¿cómo os lo montáis?
En la foto, la menda lerenda con teléfono y cuaderno en mano recabando información sobre una agresión con arma blanca entre dos alumnos de un instituto bilbaino.

que bien te ha sentado la maternidad, en esta foto pareces una modelo de ropa!!! mujer, madre y trabajadora, por algo tu hija nació el 8 de marzo….. 😉
Jeje… esa foto es pre Emma!!! Pero muchas gracias, Joana!!! Mua!
Tengo una amiga separada con una hija de seis años que siempre dice que lo de la conciliación es una mentira, y se indigna cuando oye referencias a ella en las noticias… la verdad es que aunque se ha avanzado en el tema por las instituciones, muchas veces se queda en mera propaganda… en la privada por ejemplo conozco amigas que acaban por no acogerse a los derechos del convenio porque la empresa les presiona para no hacerlo…
En ese sentido yo tengo muchísima suerte porque saqué plaza en Osakidetza hace unos pocos años y lo que nos planteamos es que yo trabaje mientras Javi se queda a cuidar de Martina, uno de los casos que comentabas… aunque Javi tiene cultivos en Huesca y pretende seguir manteniéndolos con unas pocas visitas con lo que no sé cómo lo vamos a hacer cuando se acabe la baja maternal y dejemos de movernos en pack…
Entiendo muy bien lo que dices Gessamí en cuanto a las ganas de reincorporarte al trabajo… además de madres somos mujeres que trabajan o lo intentan en una actividad que les gusta y les atrae, para la que se han formado…no hemos sido educadas para amas de casa ni nuestro estilo de vida anterior ha sido ese en muchos casos…y además de trabajadoras somos todavía más cosas, esposas, hijas, amigas…. vamos, que no nos da la vida para todo!!! Y sí, yo creo que se envidia lo que no se tiene y cuando se consigue llega a agobiar… lo ideal sería una formade vida equilibrada, pero en cuanto a trabajo y familia, es muy difícil de conseguir…
A mi también se me acabó ya la baja por maternidad! Que rápido se me ha pasado! En mi caso la empresa nos concede unas horas al día para lactancia que se pueden acumular y sumar el total a tu baja por maternidad ( no see si en vuestro caso también es así). El resultado es un mes más de permiso si que ahora mismo estoy disfrutando de ese mes. El 18 de julio termina el curso en la guarderia donde trabajo así que prácticamente ya no me incorporo hasta septiembre, Aritz tendrá ya 7 meses. La verdad es que sólo de pensarlo me da una penita… Pero tengo suerte porque tengo a mi madre y a mi suegra cerquita y de momento se va a quedar con ellas cuando me toque incorporarme. En mejores manos no le puedo dejar. Mi marido trabaja y su horario es bastante peor que el mio asi que de momento nos apañaremos así. De todos modos ya lo he matriculado en una guardería para que empiece en noviembre o asi, poco a poco. Escogi esa guarderia porque conozco a las andereños que estarán con el. Es lo que tiene trabajar en educacion, nos conocemos todas… jeje. Podría llevarle conmigo al trabajo pero estoy de acuerdo en que es sano desconectar un poco de tu bebé de vez en cuando y eso de ser su mamá en casa ysu andereño en la guarde… no se, asi me quedo más tranquila, mucha gente no me entiende… En fin, estoy de acuerdo en todo lo que contais, lo de la conciliación es casi imposible, hay que hacer verdaderos malabares… Y eso que yo no me quejo, me dan facilidades para cogerme reducciones de jornada o excedencias cuando yo quiera para cuidar de mi pequeño. De momento no me lo planteo, aunque se me gustaria trabajar sólo hasta el mes de mayo y en junio y julio poder disfrutar de las vacaciones con Aritz… Pasito a pasito, ya veremos.
Erik, lleva matriculado en la guardería desde el cuarto mes de gestación. Comenzará a ir el 5 de septiembre, con cinco meses y dos días.
Elegimos una guardería que está cerquita del trabajo de su aita porque éste empieza a currar a las 10 de la mañana y así no le hacíamos madrugar al peque.
La idea es que vaya como máximo unas 5 horitas al día. Yo soy profe también ( en mi caso, de secundaria) y como no tengo horarios fijos de entrada ni de salida, seguro que hay días que puedo ir a recogerlo antes… ya se verá cuando tenga destino adjudicado y horario en mis manos.
Yo creo que la conciliación familiar, trabajando en la administración pública, no es del todo una utopía. Se pueden pedir reducciones de horarios, excedencias… además con poco tiempo de antelación. Ahora, que lo que ocurre en la empresa privada es otro cantar. La ley es la ley, sí, pero el empresario es el empresario, y siempre puede demostrarte cuando vuelvas la gracia que le hizo que en su día te acogieras al derecho de la conciliación… Por no hablar de que cogerte una reducción de, por ejemplo, una media jornada en la empresa privada y tener que pagar el resto de las horas a una guardería, la mayoría de las veces no compensa.
En fin…
Pues yo creo que la conciliación no existe, en nuestro caso yo dejé de trabajar, me lo pusieron a huevo también, porque me quedé sin trabajo al nacer el peque y ya no busqué porqué? porque ya no tengo derechos a reducción de jornada ni nada de eso, y es muy difícil que alguien te contrate para unas horas.
Espero que consigas colocarte como freelance porque lo que dices tú de que necesitas unas horas para desconectar a veces viene bien.
Los comentarios no dejan lugar a dudas: la conciliación no existe. Al menos, en el sector privado. ¿No es increíble? Soy una apasionada de la demografía y hace unos meses escuché a un demógrafo alemán, en el programa «Redes» de Eduardo Punset, que explicaba que los países de la Unión Europea más católicos, España e Italia, son los peores para las mujeres que quieren ser madres, ya que nuestra católica y añeja sociedad todavía no ha asumido que las mujeres pueden ser madres y trabajadoras a la vez. Todavía se espera de nosotras que nos dediquemos en exclusiva a nuestra prole. Y creo que aunque no quieras, muchas mujeres (y también algunos hombres) se ven abocados a ello. Es cierto que me encantaría que Emma se quedara con nosotros durante sus dos primeros años de vida, una opción posible alternando horarios laborales (uno trabajando de mañana, otro de tarde o en fin de semana, por ejemplo). Y es así como funcionan los países europeos más avanzados en cuestión de maternidad y crianza, donde las guarderías brillan por su ausencia ya que se entiende que son los padres quienes deben ocuparse de sus bebés y que son las empresas quienes deben facilitar a sus trabajadores medidas flexibles para conciliar, y así tener a unos empleados contentos y productivos. ¿Tan difícil de entender es?
Pues yo soy autónoma con un negocio en el que trabajamos una empleada y yo, y cuando tuve a mi niña, disfruté de 4 meses de baja a cargop de la SS y de otros 4 a cargo mío
¡Bien por ti! Cuanto más tiempo pasemos con nuestros bebés, mejor para ellos (creo yo). Me apunto lo de la idea del grupo de facebook, en cuanto pueda, me meto a ello. Además, la matrona mi matrona es un sol y seguro que recibirá con gusto la propuesta. Gracias por todos tus comentarios y ¡bienvenida a madreprimeriza.com!
Hola a todos!!! Nosotros somos afortunados en este sentido…Aunque nuestras familias no viven en nuestra ciudad, los dos somos funcionarios por lo que, además de tener buenos horarios, no tememos al pedir excedencias. De esta forma, yo me pediré excedencia hasta diciembre y su papá hasta marzo, para que Álvaro cumpla su primer añito sin pisar la guardería. Después, pues o a guardería o cogeremos a alguien, pero tampoco muchas horas porque nuestros horarios son flexibles.. Estoy totalmente de acuerdo con Mónica en lo que dice de la empresa privada: supuestamente son los mismos derechos que en la administración pública, pero en la práctica no es así (para mí, la razón más importante por la que en España la gente quiere ser funcionaria…)