Maternidad
Dicen que el cuerpo de las madres se adapta al progresivo aumento de peso de sus bebés. No es mi caso y creo que tengo justificación: Emma salió del hospital con 3.530 gramos (nació con 3.930), a los quince días la báscula marcaba 4.310 (800 gramos más) y al mes alcanzó los 4.990 (otros 650 gramos). Mientras, a los dos meses lució unos hermosos 6.340 gramos. Y, por si quedaban dudas, a los tres meses volvió a engordar casi un quilo (con 7.170 gramos). No me quejo, ¡faltaría más! Estoy muy contenta y orgullosa con la evolución de la niña que, por cierto, en la última revisión medía 66,5 centímetros (nació con 55). No sé si las madres experimentadas se apañarán mejor que yo, pero como madre primeriza necesito ayudas extras en mi quehacer diario: codillera, rodillera, DVD de yoga con sesiones de sólo 10 minutos para estirar la espalda… ¡Estoy hecha un fiasco! Por cierto, como me da vergüenza calzarme la codillera y rodillera al mismo tiempo, voy alternándolas. Creo que hoy vuelve a tocar codo (izquierdo).
En la foto, Emma el pasado viernes tratando de escapar para ver mundo.

Vaya! Codillera y rodillera!! Qué tal te van? Me imagino lo que puede pesar Emma, porque Ian también pesa muchísimo y mi espalda se resiente… Pero qué bien que crezcan tan bien!
Madre mía!! Es enorme!! Ya les habéis pasado a la silla?? O siguen en el capazo?? O no tienen capazo?? Es que Álvaro ya va muy incómodo, pero me parece pronto para pasarle a la sillita (y eso que va bastante reclinada..) No sé, a ver qué es lo que habéis hecho vosotras. Cuídate mucho guapa!!!
Sí que está grande, sí… Tanto que de regalo por el cumpleaños del segundo mes la puse en la sillita y guardé el capazo. En el cuco apenas cabía y ella misma pedía el cambio, ya que quería ver más allá de lo que le ofrecía el capazo. Ahora bien, el cambio tampoco le gustó mucho, ya que va de cara al mundo (sin verme a mi) y casi completamente reclinada porque todavía no aguanta la cabeza como para estar sentada. Por eso sigue prefiriendo la mochila, desde ahí ve el mundo la mar de bien y lleva la cabeza bien erguida, musculando a tope cuello y espalda. Ya ni la pongo en la alfombra ni el gimnasio. Definitivamente, a esta niña no le gusta estar tumbada. Amaia, ¡qué envidia me das con el Bugaboo Bee! Me parece un gran invento al ser todo en uno y que el bebé te va mirando.
Ana, nosotros tenemos el bugaboo bee, que es un «todo en uno» (capazo-silla). Pero casi cumpliendo los tres meses se lo recliné (lo equivalente a la silla que va reclinada) y va genial, porque as’i lo ve todo y va muy entretenido. Date cuenta que es la misma postura que en la hamaquita. Ya nos contarás si te has animado.
Muchísimas gracias por vuestras experiencias!! He visto que nuestro cochecito (el Mutsy 4 rider light) se puede poner la silla hacia los dos sentidos, así que la pondremos por ahora mirando hacia nosotros. Mañana cumple 3 meses y será nuestro regalo jaja
Pues ya le hemos cambiado! Y parece que le gusta! Así que creo que el capazo ha pasado a mejor vida…. Próximo cambio: del moisés a la cuna. Besos y buenos días!
Yuhuu! Y ya verás que bien con la cuna! Mua!