La crianza en números
Las mujeres vascas que trabajan fuera de casa dedican una media de 4,7 horas diarias al cuidado de los hijos, según los últimos datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat, en sus siglas en euskera), hechos públicos esta semana, mientras que los hombres destinan 2,8 horas. Poco a poco, los hombres invierten más tiempo en la crianza, pero todavía existe una acuciada desproporción de responsabilidades domésticas. Y no sólo entre sexos encontramos grandes diferencias de tiempo sobre el cuidado de los hijos, también entre los cargos y los tipos de empleos que ostentan padres y madres. Un «empleador» (un jefe/a, propietarios de negocios, empresarios) sólo dedica 2,7 horas a sus hijos, señala el Eustat. Un poco más de tiempo, 3,1 horas, es lo que invierten los autónomos en su prole, mientras que el tiempo en los asalariados del sector privado asciende a 3,7. Son los funcionarios y funcionarias, con 4,1 horas, y los miembros de cooperativas, con 4,2, los padres y madres que más tiempo pasan con sus hijos. Como era de esperar, también hay una significativa diferencia entre los trabajadores a jornada parcial (4,9 horas) respecto a los de jornada completa (3,5). ¿Y las tareas domésticas? Desgraciadamente, las mujeres limpian, compran y cocinan 2,3 horas cada día, frente a 1,3 horas de sus compañeros. La carga de trabajo de las mujeres repercute enormemente sobre la calidad de su tiempo de ocio, por lo que ellas (24%) se sienten más insatisfechas que sus parejas (18%). Y es que ocho horas de trabajo remunerado, casi siete de trabajo doméstico (hijos y tareas del hogar), dejan muy poco margen para comer, acicalarse, desplazarse, descansar y dormir, lo cual nos lleva directamente al siguiente post.
En la imagen, Emma la periodista. En este enlace podéis consultar la tabla del Eustat sobre conciliación familiar y laboral.

Yo lo único que se es que ser madre trabajadora (fuera+dentro de casa) es un engaño. Aunque la mayoria de los dias lo llevo bien, hay otros que acabo agotada y si a eso le sumas, que este mes estoy trabajando el doble (doble de trabajo en el mismo tiempo), que he hecho 5 guardias y dos de ellas no he podido librar (lo que signinifica 31 horas seguidas en el hospital)…. Pues todo esto ha acabado con l’agrimas esta mañana en el trabajo. Un mal tono de una compañera… y zas!! me he tenido que esconder en el despacho para que nadie me viese llorar.
!Un beso a todas las madres!!!!!
Puff! Amaia, mucho ánimo, que te entiendo perfectamente… Precisamente esta semana hemos estado de evaluaciones y entre exámenes, reuniones interminables y la horita de trayecto llegaba a casa hecha un trapo viejo. Quien diga que no es duro esto del trabajo dentro y fuera, miente, y no hay más.
Menos mal que Rubén colabora muchísimo pero es que él también trabaja fuera de casa y con horario peor que el mío…
En fin, que , mucho ánimo a todas las mamás trabajadoras , es decir, a TODAS!!!
¡Ah, la sinceridad! ¡Cómo me gusta! Ser madre trabajadora (remunerada) es una mierda; ser madre a full time con bebé de alta demanda y marido con la espalda en proceso de recuperación, también. Hoy Emma estaba rabiosa (podría decir que es la angustia de la separación, pero no, son los malditos dientes) y no me dejaba tranquila ni un segundo. Harta de todo le he dicho a mi chico: «Me voy a la calle con la niña, a ver si se distrae». Cuando he mirado el reloj y he visto que sólo eran las 14.20 horas (pensaba no sé porqué que eran las cuatro de la tarde), se me ha caído el mundo encima. Él me ha mirado y me ha dicho: «Si ya sabíamos que iba a ser difícil…». Supongo que las que ya trabajáis fuera de casa estaréis pendientes del reloj toda la mañana, deseando terminar con vuestra jornada laboral y volver a casa para reuniros con vuestro bebé. A mi me ocurre parecido, respecto al reloj: cuando llega la tarde, pienso «bueno, ya queda menos para la hora de dormir». Aunque el dormir tampoco sea un placer. La maternidad cansa muchísimo, mucho más de lo que imaginaba. Amaia, te felicito porque, a pesar de todo, sigues aguantando el tipo. Porque aunque no te vea cuando trabajas, estoy segura de que sigues tratando a tus pacientes con toda la dedicación que merecen y con toda la dulzura que te caracteriza. También te felicito por haberte escondido para llorar un poquito. Un capítulo de la serie Sexo en Nueva York trata este tema… ¿llorar en el trabajo? ¡Signo de debilidad! ¿Qué incongruencia, verdad? Ninguna llora por placer, ni por debilidad, sino de rabia. Un beso a todas y, en especial a ti, Amaia.
Yo tengo ganas de volver a trabajar… (seguro que en febrero renegaré de esta frase…) pero es verdad que ser madre full time (si ya tienes un marido convaleciente, más) también es muy desgastante… tengo ganas de otras conversaciones, de estar con más gente, de otros temas, de algo que me enriquezca a otro nivel diferente… y me he reconocido en lo que dices porque yo también lo único que pienso algunos días es en que el día termine y se pase cuanto antes, sobre todo cuando Martina está rarita, llorona, irritable….
Pero estoy completamente segura de que compaginarlo todo debe ser agotador, yo di un curso hace unas semanas, y el nivel de agotamiento físico en efecto era mayor.. así que ánimo para todas las que trabajáis, y mucho ánimo Amaia, porque yo también he llorado en el trabajo de no poder más, y para más inri delante de una jefa que tuve…Muxus!
Mucho ánimo a todas!!! QUe estáis hechas unas campeonas!!!! Yo vuelve en enero al curro y mi marido se pilla excedencia, así que hasta abril no sabremos lo que es realmente lo que es estar los dos trabajando dentro y fuera de casa aunque leyendo vuestros comentarios me puedo hacer una idea… Amaia, llorar es de valientes!!! Y de gente que cuida su salud mental!!! Seguro que te quedaste mucho más relajada… Y tú, Gessamí, eres una SUPERCAMPEONA! Muchos besos para todas!
¡Gracias a todas!!!! Un beso enorme!!!
Gessamí, Izaskun, Ana, aunque trabajar fuera y dentro de casa es duro no lo es menos dedicarse a un bebé a tiempo completo. Que aquí, campeonas somos todas, oeoeoeeeeeeeee! 🙂
Jo, muchísimas gracias Mónica…. Me subes la moral después de que hoy hemos estado de comida y un amigo ha cubierto de elogios a Javi porque ha visto que hoy nos hemos encargado de Martina a medias y poco menos que me ha tachado de vaga (sin nombrarlo, claro…)