Primeras recetas
Recientemente me sentí algo ofendida. A mi hija parecía gustarle más los tarritos comerciales que mis recetas caseras. ¡Oh, traición! Enseguida busqué remedio y aquí os dejo la solución:
Poner a hervir agua con un muslo de pollo, una patata, una zanahoria, un trozo de calabaza, un trocito de chirivía y una pizca de apio. Dejar hervir a fuego lento aproximadamente una hora. Retirar la chirivía y el apio y triturar junto con el agua de cocción, aceite de oliva y una pizquita de sal. Me salieron cuatro raciones, congelé tres y ya se las ha comido todas. Simplemente, ¡delicioso!
Poner a hervir agua con un contramuslo de pollo, un tomate sin piel, un poco de cebolla, media docena de judías verdes finas y un trocito de apio. Cuando queden 25 minutos para que el pollo esté hecho, añadir un poco de arroz salvaje. Cuando esté cocinado, retirar el apio (y los huesos del pollo) y triturar. Esta mezcla quedó más espesa, pero le encantó igualmente. Utilicé un arroz que venden en Mercadona especial para ensaladas, compuesto por arroz largo, rojo y salvaje. Es muy gustoso.
En la foto, chirivías y nabos del puesto de Vicentica del mercado de Benicarló.

¡Qué buena pinta, Gessamí!
Aunque, reconozco que nunca había oído hablar de las chirivías. ¿Son un tubérculo?
Por cierto, cuando hablas de raciones para congelar, ¿a cuánta cantidad te refieres?¿Tienes alguna medida de recipiente orientativo o lo haces a ojo?
Lo hago a ojo, pero viene a ser unos 100 gramos, o lo que es lo mismo, un potito de farmacia de los pequeños. Pero ahora Emma ya pide más y voy a enlatar más cantidad. ¿Unos 150 gramos?