Imitar a la madre
A Emma le gusta «ponerse guapa»: me coge el colorete, se quiere pintar las uñas y la semana pasada hasta la llevé a la peluquería por iniciativa propia. La fascinación de los niños pequeños por sus padres no tiene límites, siempre tratan de imitarnos. Tanto es así que ayer avisé a la profesora de Emma cuando la dejé en clase: «Oye, que Emma hoy tiene la regla, como yo. No te asustes si ves el salvaslip que lleva puesto en las braguitas«. ¡Cómo se rió la profesora! Claro que cuando llegó la noche, tras todo el día con el dichoso salvaslip, la fiera se quejó de que le picaban sus partes… ¿Será ésta lección suficiente para dejar las cosas de mamá hasta que realmente la fiera se convierta en mujer? Veremos…
En la imagen, Emma bebiendo leche con cacao y agarrando la taza con sus uñas pintadas de gris azulón, como las mías.

nosotros vamos camino de lo mismo, victor quiere siempre beber de mi té y comer y llevar todo lo que llevamos nosotros. eso sí, te diré que como un día venga su padre a casa y se lo encuentre con un salvaslip le va a dar un patatús jajajajaaaaa
Jeje!!!
Un besazo, Bego!
jajajaja, me muero con emma!! pobre… le picaba… bolita… Besos chicas!!