Lecturas
En mis sueños, Emma se queda dormida plácidamente después de frotarse los ojos durante unos nanosegundos. En la realidad, ella se frota los ojos y yo empiezo con los rituales. Tengo uno para la siesta de la mañana (pecho en el sofá), para la de la media mañana (paseo), para la de la tarde (paseo o pecho en la cama con mamá) y para la noche (pecho, cereales, más pecho en la cama). Cualquier entretenimiento o mosca que se nos acerque la desestabiliza y debemos empezar de nuevo. Ahora que ya es más mayor, si se despista demasiado y se le escapa el cansancio de los ojos, ya no insisto y se queda despierta hasta que le vuelve a entrar el sueño (en una hora, en dos…). Según las recomendaciones del libro «Dormir sin lágrimas: dejarle llorar no es la solución», de Rosa Jové, soy la mamá perfecta. Para la autora, las tres condiciones básicas que auspician un feliz sueño son las siguientes: la lactancia materna, el colecho y una actitud responsiva de los padres. Como sabéis, a Emma le sigo dando pecho, aunque me hubiera gustado introducirle el biberón. También sigo durmiendo con ella, ya que mi marido y yo utilizamos muy a menudo camas diferentes y, cuando dormimos en la misma, tenemos empotrado un colchón más pequeño para ella. Desde que nació, respeté la política de no agresión sugerida por la matrona: no la dejo llorar, me anticipaba a su llanto acercándole la teta a la boca. Tampoco la dejaba gimotear. Y sigo sin dejarle llorar: cuando quiere algo, allá que voy. A eso la autora lo llama actitud responsiva. Es cierto que Emma tiene un comportamiento nocturno normal para su edad, que es el de despertarse varias veces y buscar la teta con los ojos cerrados para enlazar con el siguiente ciclo de sueño sin acabar de despertarse. No obstante, cuando me leí este libro acabé muy enfadada. Constantemente hace referencias peyorativas al libro «Duérmete, niño», del doctor Estivill. Sugiere incluso que dejar llorar a un bebé para enseñarle a dormir puede tener consecuencias emocionales muy dañinas y afirma que por su consulta han pasado niños traumatizados por Estivill. Ella es psicóloga, especializada en catástrofes. También explica que uno de los motivos más frecuentes de consulta por insomnio infantil son las disomnias, concepto que engloba el malestar físico y emocional que produce el quedarse despierto cuando se está cansado y se tiene sueño (cansancio, irritación, malestar, etc.). A este trastorno le dedica menos de una página. Y es exactamente lo que le ocurrió a Emma durante tres semanas antes de dejarla llorar tres noches seguidas. Y antes y después de dejarla llorar esas noches, yo lo hacía todo bien, según la autora (pecho, colecho, actitud responsiva) pero, al parecer, estudios científicos indican que los bebés que son muy lentos mamando, como lo es Emma, tienen más problemas para dormirse. Conclusión según este libro: que soy una madraza y que la culpa es de Emma por ser tan lenta mamando. ¡Toma ya! Me enfadé, claro que me enfadé. Además, hay otra cosa que tampoco me gustó. Lo que en realidad propone la autora para dormir a los bebés no son trucos ni consejos, sino las pautas básicas de la crianza natural, pero sin nombrarla. Que cada cual opte por la crianza que quiera y con la que se sienta más a gusto, y que cada cual aleccione sobre ello. Pero, por favor, con honestidad y de frente. Por tanto, ¿recomendaría esta lectura? Por supuesto. Es interesante el punto de vista de esta autora, tan obstinada como Estivill, aunque situada en el extremo contrario.

La verdad es que yo tengo mucha suerte, Markel se duerme solito, además desde que volvimos de vacaciones, duerme en su habitación. Por la noche suele quedarse seco a la teta, cuando le metemos a la cuna protesta una milésima de segundo, que es lo que tardamos en ponerle el chupete y se queda tan a gusto. Cuando le metemos despierto, coge postura (de lado, con la cabeza girada hacia el cabecero, medio descoyuntado, que le vamos a hacer si es su postura favorita para dormir…) se agarra el chupete y habla con su manta-oso hasta que se soba. El tema de la siesta es otro cantar, pero no le obligamos a dormirse, él hace lo que quiere, ayer por ejemplo se tiró 2 horas de siesta cuando yo no daba un duro porque aguantara 30 minutos…sino se duerme, se queda entretenido hablando con alguno de sus muñecos o con el elefante de la chichonera o mirandose las manos, si se aburre protesta y vamos a cogerle. Dando paseo tampoco se suele dormir pero cuando tiene sueño gira la cabeza, cierra los ojos y le da igual lo que pase a su alrededor…los bebés son imprevisibles!
La sensación que tú has tenido al leer ese libro es la misma que tuve yo al leer el «Bésame mucho». Echa pestes contra cualquier acción que no sea la que se promueve en el libro y es un poco extremista.
En cuanto a lo del sueño, no sé si te servirá de algo pero (quitando que Álvaro sí que duerme sólo), tiene las mismas pautas de sueño que Emma, es decir, se «medio despierta» varias veces por la noche y sólo se duerme si se le da de mamar…
A mí me ha tranquilizado un montón leerte porque ya empezaba a pensar que Álvaro era un bebé raro porque se despertaba tantas veces, pero también me desangela un poco porque esperaba que al introducir los sólidos esto cambiara…En fin! Habrá que seguir esperando!
Eva, qué gracia porque Álvaro también duerme en esa posición tan gimnástica!
Ay Ana!!! Yo esperaba también que al pasar a los sólidos Martina durmiera mejor!!! Porque de hacer una sola parada a la noche ha pasado ha pedir cada vez más pronto, ayer a la 1 de la mañana, cosa que nunca había hecho… y claro, a volver a pedir a las 5, etc…el mes que viene introducimos los sólidos y toda mi esperanza era que con eso se resolviera, pero ya veo que no tiene por qué…
Martina antes se dormía a la teta, pero ahora cada vez menos….la verdad es que a menudo la dormimos en brazos y quiero dejar de hacerlo, pero también es cierto que el rato que está en brazos es lo que dura una nana que le canto esas noches, es decir, unos minutos… Ayer fue muy curioso porque después de la toma no se durmió, y se quedó muy renegona, pensando que tenía algún malestar probamos de todo, descongelamos leche que me había extraído por si era hambre, le hicimos manzanilla por si era el estómago y de repente digo «no será sueño y que no consigue dormirse y nosotros en vez de ayudarla la estamos mareando?» la cojo en brazos, le canto y en un minuto estaba dormida… Nunca dejará de sorprenderme…
Yo he leído el de Estivill y aunque me parece muy rígido en algunos conceptos, como horarios de tomas, etc… también comparto la idea de que dormir es un hábito y los niños tienen que aprender a hacerlo… Yo duermo muy mal en la actualidad, y he sido una niña que ha dormido fatal y realmente me preocupa el conseguir que Martina desarrolle buenos hábitos de sueño para que tenga un descanso reparador y sin esfuerzo… Mi sueño sería meterla como dice Eva despierta y que se acurrucara, se acomodara… llegará algún siglo??? veremos…
Grrrrrrr!!!!Menudo falta de ortografía he metido… «ha pasado ha pedir…» Perdón!!! Ha pasado a pedir….
Bueno… Parece que soy la única de por aquí que sigue el método del doctor Estivill. ¿Quién me lo iba a decir hace un tiempo? 🙂
Cuando leí «Duérmete, niño», el libro me chirriaba por todas partes. Que si nada de que se durmiera a la teta, no ofrecerle la teta al bebé como primer recurso para que se calme, horarios super estrictos, etc.
Sin embargo, mi marido que estaba bastante más decidido que yo, me animó a ponerlo en práctica, y tengo que reconocer que el resultado ha sido positivo.
Erik tiene 5 meses y desde los 3, más o menos, no se despierta más de una vez para mamar. Creo que el paso de nuestra habitación a la suya le ayudó mucho en esta tarea. Si no huele la teta, se despierta solo cuando tiene hambre de verdad.
Desde hace varias semanas duerme ya toda la noche sin interrupción. Y toda la noche es: desde las 20’30 hasta las 7 u 8 de la mañana.
Estivill empezamos a llevarlo a la práctica hace como un mes. En nuestro caso, como os he dicho, el problema no era que el pequeño durmiera seguido, sino que se durmiera. Este hecho llegó a convertirse en una tortura para nosotros. Primero le daba yo teta hasta la extenuación, y una vez, agotado y dormido, porque sí se dormía a mi teta, lo intentaba colar en su cuna. Tras este fracaso anunciado, le tocaba el turno al papi. Acunarlo como media hora, con Erik gritando como un loco (me río yo de ese «dejarle llorar no es la solución»), hasta que, el pobre, rendido, volvía a dormirse. Vuelta a la cuna. Vuelta al llanto descontrolado. Me tocaba de nuevo el turno. Teta, teta y más teta y con Erik enganchado a mi pezón, y sin soltarlo, iba yo encorbándome poco a poco hasta que conseguía meterlo en su cuna y sacarle «su chupete» sin hacer que a la vez se despertara. Pufff! Y eso cada noche.Todavía me pongo nerviosa al recordarlo.
¿Sabéis qué era y sigue siendo el comentario de la gente que más me enfadaba con respecto a este tema? «Bueno, pero si no se despierta por la noche, ¿de qué te quejas? «Pues señora, me quejo de que mi hijo no sabe dormirse. Evidentemente, se duerme de puro agotamiento pero yo me siento frustrada porque no sé cómo ayudar a que aprenda a hacer algo que para él es vital. Y lo peor de todo es que no solo no le ayudo si no que soy plenamente consciente de que lo estoy haciendo FATAL»
Así que, llevados por la desesperación, empezamos a poner el método Estivill en práctica y hasta hoy. No voy a decir que haya sido fácil. El comienzo es suuuuuuuper duro (¿verdad, Gessamí?), pero cuando empiezas a ver que va entendiendo que se puede ir a la cama contento y … DESPIERTO, y dormirse allí solito, no tiene precio.
Erik ha llorado mucho con este método sí, pero no tanto como lo hacía antes de ponerlo en práctica. Podíamos pasarnos dos horas en un llanto ininterrumpido y con el consiguiente desquiciamiento por parte de sus padres. Con este método, no hemos pasado de la media hora.
He de decir que, lo más importante es conseguir que se divierta antes de llevarlo a la cuna. Si Erik ha dormido poco durante el día y llega tan cansado que no puede ni esbozar una sonrisa, ese día, seguro, va a haber llorera. Ya lo hemos aprendido y es en esos momentos previos a acostarlo en lo que más nos esforzamos su padre y yo: Le cantamos juntos ante un espejo que tenemos en el pasillo, jugamos con una marioneta al «cucú» y cuando sonríe, aunque sea una vez, puede irse a dormir. Hoy así lo hemos hecho y no ha dicho ni pío 🙂 Y nosotros, super felices.
Y ahora, tanto escribir, he metido yo también el zancón: «encorvándome», jor, jorrrrrr
Mónica, cómo me alegro de que tengáis controlado el momento de ir a dormir. Y si Estivill os ha funcionado, pues perfecto. Me parece que es mejor dejar llorar a un bebé en su cuna un rato (con los padres delante o sin ellos) que tenerlo dos horas llorando en brazos. Eva, ¡cómo te envidio! A ti y a todas las que tenéis bebés que les gusta quedarse dormidos. ¡Qué placer! Ana, ahora estoy leyéndome «Bésame mucho», después de haberlo evitado durante meses por lo que explicas. Sin embargo, después de haber leído «Dormir sin lágrimas», ya no me parece tan aleccionador, ya que al menos el autor va de frente y sabes perfectamente que encontrarás en ese libro. Hay pasajes que me gustan poco, pero en general encuentro cosas interesantes, sobre todo cuando habla de otras culturas. ¿Lo que menos me gusta? Cuando el autor empieza una frase diciendo «porque hace 100.000 años bla, bla, bla». Hombre, que una cosa son los genes y otra las circunstancias. Las casas son distintas y los recursos, más abundantes. Así que, ¿por qué demonizar las cunas y los cochecitos? Mientras al bebé le gusten, que cada cual haga lo que le venga mejor. Un beso a todas!!!!
Hola…. Mónica, te diré que hoy he vuelto a coger el duérmete niño, porque esta noche ha sido horrorosa… no tanto o no solo por los despertares de Martina, sino sobre todo porque me están afectando al sueño.. cuando me meto a la cama no me duermo, y para cuando me duermo, al de una media hora pide ella y me cuesta volver a dormir… pero es que ayer ya directamente no lo conseguí, y estuve de 1 a 4 aprox despierta, mientras ella»roncaba»…después ella lloró sobre las 5 y lo resolvimos con el chupete, vuelta a desvelar, y hasta las 8… me voy a morir… así que lo más me preocupa ahora mismo son los despertares, no tanto el dormirla, y a pesar de releer el libro esta mañana, me he hecho un lío, con 4 meses y pico se puede hacer entonces ya el tema de las esperas??? pensaba que era a partir de los 6… Cómo puede haber estos retrocesos tan tremendos, de despertarse durante semanas y semanas a las 4 o 5 y después a las 8 o 9, o incluso algunos días sin parada, pasar a despertarse a la 1 y más veces varios días seguidos???…..
Por cierto, gracias por el error, jeje, así me siento mejor… más errores, esto es la guerra!!! Muxus…
Izaskun, Estivill, si no recuerdo mal, dice que la edad ideal para empezar es sobre los tres meses. Pero yo creo, que lo puedes hacer en cualquier momento. Siempre que estés convencido. Muy importante. Flaquear un día es hacer que los llantos de los días anteriores hayan sido en vano.
Tengo unos amigos que lo hicieron cuando el peque tenía 6 meses y a los dos días como la seda. Yo te digo que a nosotros nos costó unos días más. Suerte, a ver si os da resultado!
Gessamí, a mí Carlos González me encanta en «Un regalo para toda la vida». Es un libro que leí en el embarazo y todavía releo. Me encanta cómo este hombre explica las cosas, su ingenio y su coherencia. Es un libro que he leído, he disfrutado y he regalado ya a varias personas, entre ellas a mi hermana, en su segundo embarazo, y a mi mejor amiga.
Después he leído de este mismo autor «Mi niño no me come» y de este libro hay cosas que me gustan y otras algo menos.
Cuando decidimos poner en práctica el método Estivill, opté por no leer «Bésame mucho» porque intuía que si lo leía iba a serme imposible dejar llorar a Erik. González siempre termina convenciéndome 🙂 Pero, estoy segura de que, con sus «utopías» será un libro muy recomendable 🙂
Hola a todas, no suelo escribir, pero este es mi gran tema. Mis mellizos tienen 20 meses así que yo ya he pasado por todas las fases. Lo de que se despierten por la noche no es nada raro, depende del niñ@. Mi hija desde los 6 meses que duerme 12 horas del tirón y el niño destetado, en otra habitación y haciéndole un Estivill a nuestra manera se sigue despertando dos o tres veces, aunque hemos conseguido que dándole agua se vuelva a dormir solo. Yo empecé con Estivill a los 16 meses, así que no hay límite de edad y solo lloró un dia 20 minutos y aprendió a domirse solo. También he de decir que va a dias, y yo creo que por dejarles llorar no se van a traumatizar, de hecho como alguna mama ya ha comentado, Joan lloraba mucho más antes. Pero también creo que hay que ser flexibles, hay dias que lo dejo en la cuna y no se duerme en seguida y se pone a llorar, entro, lo cojo, le acaricio la espalda… Por otra parte Estivill dice que no hay que darles agua, cosa que veo un poco cruel en verano en Castellón cuando te despiertas empapada en sudor.
También es verdad que dejar llorar a un niñ@ con 16 meses no es como cuando tiene 6, a los 16 ya sabes más o menos que quiere y si le pasa algo. Bueno, ánimo a todas, que para mí el no poder descansar por la noche ha sido lo más duro de tener bebes (bueno junto con los 2 primeros meses de lactancia).
Muchas gracias, Mónica y Alba por los ánimos, y creo que lo vamos a poner en práctica, pero antes tenemos que tener muy claro cómo hay que reaccionar, porque cuando te despiertan en medio del sueño ni razonas… así que a ver si estos días nos lo aprendemos bien para que nos salga automático… ya os contaré… muchas gracias! Esta noche ha sido mejor y se agradece el poder descansar algo, la gente me dice que he estado «mal acostumbrada» al haber sido Martina bastante regular, y también el problema es que mi sueño se afecta enseguida… pero como dice Alba, es muy duro el no poder descansar, sobre todo de manera continuada, el cansancio se va acumulando….
Está claro que el sueño es un tema estrella. ¡Por eso hay tantos libros sobre ello, jeje!!
Cuando me reincorporé al trabajo tenia claro que tanto mi descanso como el de Ian eran fundamentales. Afortunadamente, al dejar el pecho por las noches y comenzar con el biberon+cereales, Ian empezó a dormir mucho mejor. P0r lo general se acuesta a las 20.30 (ni tarda mucho, ni llora demasiado) y amanece a las 6.30h, despertandose una o dos veces para tomar un poco de biberon o colocarle el chupete. Así que no me quejo. Pero por supuesto que emplearia cualquier metodo para enseñarle a dormir si fuese necesario.
Y ahora os voy a contar una anecdota:
El viernes pasado al salir de una tienda que tenia una puerta de cristal, sin verla, me empotré contra ella y su manilla. Me corté, y empecé a sangrar, la cara se me deformó del golpe y al dia siguiente las ojeras las tenia moradas. El sábado fui a la guardia como pude. Afortunadamente ya estoy mejor, casi no se me nota. Moraleja: Hay que descansar.
Y a todas las madres trabajadoras os quiero preguntar: ¿como lo haceis? Yo llevo un mes y estoy agotadismima.
Ánimo Amaia…. yo tengo miedo a cuando me toque volver a trabajar porque estoy segura de que estaré como tú o peor…pero quizá todo sea aguantar el tirón y luego se llega a coger el tranquillo??? estoy segura de que el primer mes tiene que ser el peor…
Amaia, espero que estés mejor!!! Yo sólo llevo 1 semana trabajando y por ahora lo llevo bien, ya te contaré cuando lleve un mes!!! De todas formas, a mí no me afecta mucho el dormir a tirones…me despierto unas cuantas veces y me duermo y a la mañana siguiente no me acuerdo de las veces que me he despertado ni a las horas….
Hoy vamos a ir a la pediatra para las vacunas de los 6 meses y le preguntaremos también qué hacer para que Álvaro duerma mejor (si es que estamos haciendo algo mal….)
Alba, me parece muy curioso que teniendo dos mellizos tengan un comportamiento diferente al dormir! Así que el dormir de los niños no debe de depender de lo que hacen los padres!
Yo estoy contigo, Ana, la capacidad de coger el sueño de los peques no depende únicamente de cómo se lo hayan montado los padres para enseñarles a dormir. Cada bebé desarrolla unas habilidades antes que otras y el sueño, está muy vinculado con el carácter de cada niñoy con los truquillos que éste aprenda a utilizar o no para poder coger el sueño lo antes posible, sin ponerse demasiado nervioso.
Ahora bien, creo que los padres tenemos la obligación, y no tanto por nuestro descanso propio -que también- si no por el de nuestros bebés, de colaborar para que puedan coger el sueño sin demasiados problemas. Hablo de coger el sueño ( éste era nuestro problema principal),porque lo de evitar los despertares nocturnos creo que no depende tanto de nosotros. Si el bebé se despierta por la noche siempre es por algo: pesadillas, sed, hambre,chupete… y no queda otra que levantarse e intentar averigüar qué le pasa.
Eso sí la falta de sueño afecta muchísimo al coco.¡Pobre Amaia, vaya susto!
Yo recuerdo, que los meses más duros en lo que respecta al sueño, fueron los dos primeros. Rubén y yo desvariábamos muchísimo por las noches. Normalmente me iba yo antes a la cama que él y un día, cuando entró en la habitación, le dije que tuviera cuidado porque Erik estaba en la cama conmigo ya que le había dado el pecho allí (Erik ya dormía en su propia habitación). Rubén, que estaba bastante más lúcido que yo y que ya había oído comentarios de este tipo en otras ocasiones, no se fío demasiado y encendió la luz para comprobar dónde estaba el bebé. En ese momento me desperté yo y le debí de soltar algo así como que, de qué iba llegando a las tantas a la habitación y encendiendo la luz, que tuviera más cuidado, que yo estaba muerta de sueño, bla, bla, bla…
Otra noche, fue Rubén el que se levantó y se puso a abrir y cerrar un armario con puertas correderas que tenemos en el pasillo, tipo despensa. A mí, me pareció raro que a las tres de la madrugara le diera por buscar una lata de atún, así que me levanté y al preguntarle qué narices hacía armando tanto follón a esas horas, me respondió que estaba buscando a Erik, que hacía rato que no lo veía y que estaba un poco mosca 🙂
Moraleja: No dormir es malísimo. zzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZzzzzzzzz
JAjajajajajaja!! Qué historias Mónica!! Yo tengo una muy buena, en la que creía que Víctor (mi marido) era Álvaro. Víctor se acababa de acostar y yo le quería dar la vuelta para que tomara el pecho…. Víctor me decía «pero qué haces» muerto de la risa, y yo decía «Que a Álvaro le toca el pecho, pero pesa mucho»..Y tanto que pesaba!!! Estaba confundiendo al padre con el hijo!!! En fin…..
¡Ains! ¡Otra vez sin internet! Aunque me llegan los comentarios a mi Blacberry y me he tronchado con las anécdotas de Mónica y Ana. Hay que ver cómo nos trastoca la falta de sueño… Amaia, ¡buf! Mi anécdota, inconfesable hasta ahora, ocurrió en agosto. Durante el maldito y tórrido agosto… Mi marido y yo dormíamos a ras de suelo en una cama de matrimonio y, empotrado a nuestro lado, teníamos un colchón de cuna. Para «facilitar» nuestra comodidad, dejé a Emma en su colchón. Hacia las cinco de la madrugada, se alzó el viento. La niña había mamado cada hora hasta entonces (30º grados en la habitación). A mi me entró el fresco y me subí la sábana, así que también busqué la suya y se la falqué bien, porque siempre se la quita a los diez segundos. No sé porqué, al cabo de un rato, que no sé si fue de cinco minutos o de veinte, estiré el brazo para comprobar su temperatura corporal. Palpaba y palpaba y no entendía nada. ¿Qué es esto? ¿Un pie? ¿Una pierna? Emma se había dado la vuelta en su colchón y yo, sin enterarme y muy dormida, le había tapado los brazos y la cabeza, en vez de las piernas y la cadera. Casi me da algo. La niña respiraba, sí, pero ¿y si la había dejado sin suficiente oxígeno y se quedaba tonta de por vida por mi culpa? Sólo podía pensar en la discapacidad intelectual. Al día siguiente, cuando aún estaban mis suegros y mis padres bajo el mismo techo, estaba de un humor de perros. Y no le sacaba el ojo de encima a la niña. Tardé varios días en convencerme de que su capacidad intelectual estaba intacta. Qué mal lo pasé. Desde entonces, Emma duerme siempre conmigo. A la mierda las cunas y los colchones, y si es necesario, echo a mi marido, jeje… Aunque supongo que esto cambiará una vez más en invierno, cuando la ponga a dormir con los maravillosos sacos que impiden que los bebés se destapen. ¿La sacaremos otra vez del cuarto?
Izaskun, en cuanto a los despertares nocturnos, el colecho es lo mejor. Cuando Emma dormía en su cuna, cuando me metía en la cama, no podía conciliar el sueño porque sabía, o esperaba, que ella en breve iba a despertarme, que yo iba a tener que levantarme, cambiar de habitación, sentarme en una sillón y darle el pecho, antes de volver a mi cama. Me desesperaba. Es cierto que cuando duermes con el bebé, él pide más veces pecho, pero tú te despiertas mucho menos. Al menos eso pienso ahora (antes me parecía lo contrario…).
Un besazo a todas desde la zona wifi de un bar de Benicarló, ¡¡¡mua!!!!
Amaia, respecto al cansancio, cuando mi chico estaba hospitalizado en Basurto, un día ni siquiera me atrevía a coger a Emma por temor a desmayarme y caer con ella en mis brazos. Al día siguiente, muy preocupada, mandé a mi madre a la farmacia para que comprara hierro y preguntara si era posible que los vahídos se debieran a su ausencia. La farmacéutica le aseguró que, con toda probabilidad, se debía a ello. Efectivamente, al día siguiente ya no tuve más mareos. Ahora tomo regularmente Tardyferon y vitaminas para madres lactantes de la marca Naturben. Noto una gran mejoría, tanto con el cansancio como con el dolor de boca (las vitaminas me aportan el calcio que Emma me quita y que se refleja en dolor de dientes). Por cierto, desde hace años, cuando me hago análisis de sangre, el hierro lo tengo siempre bien. Al límite, pero dentro de la normalidad. Sin embargo, si pido que en la analítica miren los depósitos de ferritina, es entonces cuando puedo comprobar que, efectivamente, ando escasa de hierro. Mi cuerpo no llega a acumular el hierro necesario sin ayuda externa. Por eso, ante las señales de cansancio, lo tomo por las mañanas. A ser posible, acompañado de un zumo de naranja, y evitando siempre la leche, que dificulta su absorción. Espero que te sirva de ayuda… Un abrazo.
Qué historias de medianoche, verdad??? vamos como zombies….
Muchas gracias, Gessamí, por el consejo, porque la verdad es que los días que menos me he desvelado han sido los que Javi se levanta a por la cría al oirla, me la trae a la cama y luego se la vuelve a llevar… vamos, un «colecho a medida»… así que para mi sueño es verdad que puede ser lo que menos me altere… aunque los 7-8 días que Martina durmió con nosotros al principio, yo lo pasaba tan mal pensando en taparla o caerle encima!! me acurrucaba en una esquina y casi ni me movía, con lo que tampoco dormía muy bien… por otro lado, y aunque es un medida completamente opuesta, también he pensado en pasarla de habitación, porque como he leído en este blog, ya no me acuerdo muy bien a quién (lo siento!), al pasar al bebé de habitación mejoró su sueño, quizás al no molestarle, quizás por no oler a la madre… vamos, que seguimos dando vueltas al asunto porque además, como tú dices, Mónica, de la que empiece no quiero flaquear y volver atrás… al menos Martina va mucho mejor, esta noche ha llorado un poco a las 3 y pico, solucionado con el chupete, y luego ha aguantado hasta las 6:30, así que mucho mejor… si es que soy una quejica…
Por cierto Gessamí, gran idea lo de las vitaminas para madres lactantes, porque yo dejé el hierro por indicación del médico a primeros de agosto pues ya tenía niveles normales, y a lo largo de todo el mes he notado declinar mi energía cada vez más, hasta que ahora estoy hecha una piltrafilla…
Yo hace poquito me hice una analítica porque se me caía y se me cae el pelo una auténtica barabaridad. Ya me habían comentado que podía pasar, pero me asusté un poco. Hace poco se lo comenté a mi peluquera y me dijo que sí, que era normal y que si se me caía muchísimo más, que también, que era normal. Sí, normal, pero ¿cómo lo freno? a este paso, entre el posparto y el otoño me voy a quedar calva como una pelota de billar. Ella me dijo que no había ningún riesgo, que este tipo de caídas, aunque sean muy exageradas, en unos meses ceden y el pelo se recupera rápidamente. Me aconsejó comprar yn champú anticaída del super. Me dijo que para nada me gastara dinerales en champús de farmacia porque los componentes de estos son iguales que los más baratos de super. Así lo hice y a ver qué pasa. Por otro lado, estoy tomando también levadura de cerveza, ya ver si entre una cosa y otra…
En cuanto al hierro, perfecto.
Ah! Otra cosita. ¿Las mamás que dais el pecho seguís tomando yodo? A mí, muchas veces se me olvida, pero como me indicaron cuando di a luz que debía tomarlo durante el tiempo que diera de mamar, pues sigo con ello.
Entre los que se me caen y los que Emma me arranca, yo también creo que pronto me quedaré calva… ¡Buena idea lo de la levadura! A ver si me acuerdo de comprarla (y comerla). Lo del yodo y el ácido fólico, no sé, creo que las vitaminas también llevan… ¡Muas!
Yo he estado tomando un complejo vitamínico hasta casi el año de Sergio (sin demasiada constancia, debo decir). Aunque a mí en el hospital no me dijeron nada del yodo. El otro día fuí al pediatra aquí y le pregunté si debía tomar alguna vitamina (Sergio lleva una etapa mamando mucho!!) y me dijo que ná, que comiera bien y listo.
Respecto al sueño… Sergio pasó una etapa de protestas hacia los tres meses. Recuerdo a Alberto y a mí pasillo arriba pasillo abajo intentando que se durmiera y él venga la protesta o el lloro. Por entonces pensaba que sería mejor que se durmiera sin la teta (es lo que me decían) y por eso lo intenté una temporada corta. Hasta que al final me dije: total, a mí me da igual. Así que teta al canto y el niño más feliz que nada. Colechamos, así que se despierta varias veces por la noche, pero no me entero mucho. La ventaja además es que ahora cuando se levanta por las mañanas se baja de la cama (la tenemos bien bajita) y se pone a jugar mientras nosotros estamos con un ojo abierto y uno cerrado. Descanso bastante bien, la verdad, excepto cuando le da por levantarse a las 6 de la mañana o antes (últimamente muy a menudo). Lo cierto es que, a pesar de tener sus días como todo hijo de vecino, nunca ha tenido muchos problemas para conciliar el sueño por la noche. De hecho hoy ha sido muy gracioso porque ha venido a donde yo estaba sentada, me ha cogido de la manita, me ha llevado al cuarto y se ha echado en la cama para que le acostara ;-). Y si no, le suelo preguntar por las noches: ¿vamos a dormir? a lo que suele responder con un «mmmm» (deduzco que significa «tetaaa»), le leo un cuento y a dormir, jeje. Las siestas son algo más irregulares… Hasta aquí mi experiencia ;-).
¡Ana! ¿Qué tal? Qué maravilla lo de tenerlo jugando al lado mientras podéis alargar unos minutitos vuestro despertar. Y lo de la manita, ¡simplemente genial! ¡Muaaa!
A mi también se me caia muchisimo el pelo, pero la cosa a mejorado mucho al dejar la lactancia.Ten paciencia Mónica, que calva no te vas a quedar.
Respecto a cositas que me preguntabais… A los cinco meses Ian empezó a tomar biberon con cereales sin gluten. Le preparabamos 210ml con dos cucharadas de cereal, y se tomaba como unos 180. Con 6 meses empezamos a prepararle 240 ml con tres cucharadas de cereal con gluten y se toma uno de desayuno y otro de cena enteritos. Todavia pide uno más sobre las 304 de la madrugada que se lo preparamos sin cereal y a veces no se lo toma entero.
A mí con el yodo me dijeron también que lo tomara mientras le diera pecho, más exactamente hasta el pecho dejara de ser la comida principal… así que por el momento sigo con él..
A mí se me cae también muchísimo el pelo, una barbaridad, aunque no le estoy dando mucha importancia porque en alguna parte leí que era todo el pelo que tenía que haberse caído durante el embarazo y no lo hizo… durante el embarazo tuve un pelo estupendo y no se me caía nada, así que me he tragado esa argumentación y me ha dejado tranquila…