Menos es más
La autora de A cup of jo explicó hace unos meses que decidió esconder la mayoría de juguetes y libros de su hijo de dos años y le dejó únicamente sus preferidos y en pocas cantidades (no más de tres coches, no más de tres libros) siguiendo los consejos de un sabio pedagogo. Retuve la idea, pero no prosperó hasta que fuimos de vacaciones a Berlin, donde Emma sólo tenía un cubo y una pala de playa a los que se aferraba noche y día. «¡Ajá!», pensé entonces, «cuantos menos juguetes tiene a la vista, mejor, ya que se esfuerza más en pasar el tiempo jugando con el mismo». A la vuelta de nuestras vacaciones decidí retirar una caja de plástico llena de juguetes que apaarqué en la despensa. De vez en cuando, Emma se asoma a mirarlos y juega un ratito, pero os aseguro que no los echa de menos y que ahora juega más con los que tiene siempre a mano (los cubos de cartón, ¡el puzzle!, las frutas para cortar). Diría que es un buen truco… De hecho, en breve todavía restringiré más el número de juguetes y éstos irán rotando con el tiempo (ahora aparecen, ahora se van). ¿Qué os parece a vosotras? ¿Creéis que es una buena idea o os parece un poco cruel?
En la imagen, la caja de juguetes que secuestré hace unas semanas y coloqué en la despensa (y los aros que Emma ha repartido equitativamente: un aro para cada escalón).

A mi me parece una buena idea no tener todos los juguetes a la vista, ya que los niños no dan abasto y no juegan con todos. En el primer cumpleaños de Martín le regalaron muchos juguetes, pero yo la mayoría los tengo en un estante y se los saco a ratos y los vuelvo a recoger. Cuando lo hago le parece algo tan novedoso que se pasa un buen rato sin cansarse de la misma actividad.
Otro truco que yo hago es que tengo dos cajas de juguetes en dos partes de la casa. Y funciona. Porque cuando está en el salón jugando y viene a buscarme a la otra habitación se entretiene con otra cosa y no tengo toda la casa llena de juguetes esparcidos de acá para allá (bueno, esto a veces es inevitable..jeje).
Besos!
Sí, yo también leí ese sistema y me parece genial, porque de vez en cuando rotas los juguetes y le vuelven a interesar, jajaja.