Gateos
A veces pienso que el sexto mes está siendo el más importante de la vida de Emma. En el quinto, afianzó la habilidad de sentarse, pero es ahora cuando ha empezado a moverse sola y, por tanto, a ser más autónoma e independiente. Hace un par de semanas, estábamos sentadas en el sofá a un palmo de distancia. Cuando se aburrió de su juguete, con sus piernas tomó impulso dos veces y saltó hacia mi. Literalmente. Si bien es verdad que sigue gateando sólo marcha atrás, ya tiene tanta habilidad con los giros que, más o menos, va donde quiere, aunque con muchos zig-zags. ¿No es eso una maravilla? ¿No es tocar el cielo querer un juguete y agarrarlo tu sola? En el parque de Benicarló, se quedó prendada de un niño de dos años. Se llama Marc y en las dos ocasiones que se han visto, el niño se ha tirado al suelo y ha empezado a gatear delante de ella. Emma se moría de la risa y para los adultos fue todo un espectáculo ver cómo el niño mayor enseñaba a gatear a la pequeña. Ella se reía a carcajadas, y los adultos la acompañábamos con risa floja. Ahora en casa también se ríe cuando gateo delante de ella y le digo: «Mira, mamá gatea». Hemos heredado la alfombra de letras y números que mi madre le regaló a mis primas hace doce años y pensamos sacarle mucho partido. ¿Algún truco para estimular a la pequeña? He leído que el ejercicio de la carretilla va muy bien para fortalecer brazos, pero todavía no se aguanta. Y aquí os dejo un juego muy divertido que descubrimos ayer en una terraza: con el bebé sentado en vuestro regazo o en su trona, dejad un hielo sobre la mesa y que lo intente coger… ¡Qué risas! Pero cuidado cuando lo coge, ¡que va directo a la boca!
En la imagen, vía Youtube, un vídeo sobre un bebé que gatea ¡con la cabeza!

¡Osea que no le queda nada para gatear!! ¡Qué bien! Es un buen ejercicio tumbarse al lado de ella y ya verás como trepa!¡ A Ian le encanta! Ian repta, gatea hacia atras y se pone a cuatro patas, pero le falta el movimiento de las manos hacia delante para ponerse a gatear. Hace unos dias nos nos sorprendió levantandose el solito en la cuna, agarrandose a los barrotes. ¡Es increible como aprenden!!
¿Gatear? Hala! A mí me da la impresión de que nos queda mucho todavía para eso, aunque con estos enanos nunca se sabe 🙂
A Erik, la verdad, todavía no le acaba de convencer lo de estar mucho rato boca abajo, se cansa enseguida, el pobre. Pero me alegra saber que, de aquí a un mes, cualquier día día nos lo encontramos ya a cuatro patas. ¡Arriba ese culito, Erik!
Por cierto, ¿ya lleváis a vuestros peques a los columpios? Yo, hasta ahora no me lo había planteado todavía, pero igual este fin de semana nos animamos a probar uno de esos de iniciación, a ver qué caras nos pone 🙂
Jejeje, que mayores se hacen ya nuestros pequeños eh??? Aritz casualmente probó ayer su primer columpio. Alucinaba!!! Casi ni nos miraba a nosotros, el miraba al suelo y se reía como diciendo: ala!!! Q bien se ve todo desde aquí!!! La verdad es que le gustó, o eso creo yo, por lo menos ni lloró ni nada por el estilo… Musus para todas.
Yo la verdad es que desde hace mas o menos un mes, le llevo casi todos los dias a los columpios del arenal, que hay una parte para pequeñitos. No estamos m’as de 15 minutos, porque siendo tan pequeño Ian, no da para más… Pero le encanta, sobre todo ver al resto de los niños.
Mónica, Ian también se cansabaestando boca abajo, pero siempre le ponia un rato cada día, y ahora est’a encantado.
A Emma también le encantan los columpios y estar con otros niños. Y como a vuestros hijos, tampoco le gustaba mucho estar boca abajo… Pero llegó un día en que lo encontró interesante. Supongo que comprendió que estando boca abajo podía desplazarse más…