Una crema muy gustosa
Esta tarde he comprado en la tienda ecológica del barrio dos remolachas (60 céntimos) y 100 gramos de lentejas rojas (50 céntimos). De momento, la cosa pinta bien, ¿eh? En casa, he puesto a hervir agua en una olla, le he añadido las lentejas, una zanahoria pelada entera, un pimiento verde entero, un puerro entero y las hojas de las remolachas cortadas, además de un chorro de aceite, sal y pimienta. El puchero ha hervido unos cuarenta minutos, hasta que desprendía un olor riquísimo. Momento de apagar el fuego y sacar la verdura entera para triturarla con la batidora y volverla a incorporar a la cacerola. ¿Por qué? Porque no tengo tiempo para cortar la verdura en juliana. Además, hay que decir que las lentejas rojas no tienen piel y se deshacen completamente, así que el resultado ha sido casi una crema de lentejas realmente sabrosa. La semana pasada compré por primera vez remolachas en mi incansable búsqueda de nuevos alimentos para ofrecer a Emma. Le pregunté a la dependienta, que a la vez es agricultora, que qué hacía con aquellas hojas y me dijo que ella las utiliza para preparar lentejas porque son muy buenas y bastante dulces. Realmente, ¡están buenísimas! También aprovecho para explicaros que si ponéis las remolachas al horno cortadas en cuartos, luego las cortáis en rodajas, las ponéis sobre una ensalada, le añadís unos huevos hervidos seis minutos (con la yema semicruda) y le añadís unas nueces, el resultado es una ensalada fantástica y riquísima. Nosotros comimos así la remolacha, Emma la comió con arroz y huevo. Aunque he de decir que prácticamente sólo comió remolacha. ¡le encantó! PD: Luego hizo pipí de color rojo. ¡Ji, ji!
En la imagen, Emma zampándose las lentejas y plano detalle de la crema, para que veáis la textura, que es perfecta para un bebé.

Precisamente llevo unos días viendo la remolacha en la tienda ecológica y preguntándome «y qué hago yo con esto???» La semana que viene pruebo tu receta! Mañana Álvaro va a comer unas albóndigas de buey del libro de Jenny Carenco..Ya os contaré!
Jamas de los jamases se me hubiera ocurrido cocinar la remolacha ya que siempre la he comido en ensalada cruda. Me la apunto!