Diferencias culturales
Si tenéis hijas, quizá habréis tenido una discusión con vuestra pareja acerca de si debías ponerle los pendientes nada más nacer. Como a mi no me los pusieron y me los hice a los 14 años (primera rebeldía de adolescente), era partidaria de agujerearle a Emma las orejas nada más nacer, para evitar que se le cierren cada dos por tres y porque, seamos realistas, se los acabará haciendo. Sin embargo, maridín encontraba que lo de agujerear sistemáticamente a todas las recién nacidas era una gitanada. Tal cual. Parece ser que en Alemania sólo los más chabacanos y los gitanos perforan los lóbulos de las niñas al nacer. Esto es una diferencia cultural, y de éstas en casa tenemos cien mil. Las que compartís lecho con alguien que ha nacido en otro lugar, me entendéis, ¿verdad? En fin, que maridín esgrimió la diferencia cultural, a la que le añadió un argumento feminista de peso, así que tuve que claudicar. Concluimos que cuando la niña se quisiera poner pendientes, se los pondríamos. Hete aquí, que esta semana me he puesto pendientes (ya casi nunca llevo, malditas alergias) y Emma lo ha tenido clarísimo:
– ¿Qué es eso?
– Pendientes.
– ¡Yo también quiero!
– ¿Segura? ¿Quieres que te hagamos agujeros en las orejas? Son como dos pinchazos, como cuando el médico te saca sangre.
– Sí. Quiero pendientes.
A lo largo de la semana hemos repetido varias veces este diálogo, así que esta mañana, antes de ir a la escuela, hemos pasado por la farmacia y Emma ha elegido pendientes (plateados, con forma de estrella y un cristalito en el centro). Pero ver la pistola le ha frenado. Hemos acordado que iremos otro día, con su padre. Los tres juntos. La historia continuará… Decidme, ¿vosotras le pusisteis pendientes a vuestras hijas nada más nacer? ¿Cuándo creéis que es buen momento para perforar el lóbulo? Muas!
En la imagen, sacada del catálogo de primavera/verano 2014 de Madewell 1937, una oreja con mucho estilo.

En Italia parece que tampoco es habitual hacer los agujeros nada más nacidas las niñas. De todas formas a mí, al igual que a ti, mis padres tampoco me quisieron agujerear los lóbulos esgrimiendo que ya decidiría yo sobre mi cuerpo cuando llegase el momento (llegó a los 13). Yo creo que es la opción más respetuosa. Lo que no sé es si será por haberlo hecho tan tarde, pero yo también tengo alergias a todo lo que no sea plata u oro y también se me cierran cada dos por tres por no acostumbrarme a llevar pendientes de continuo.
Ya nos contarás qué decide Emma al final!
Hola Sara! Coincido contigo: es la opción más respetuosa. Y aunque sé que debería ser la que opción que tendría que elegir, creo que la opción más práctica es hacerles los agujeros cuando son pequeños. Y los tres años me parece una edad magnífica!!! ¿Se atreverá Emma? Tenemos la suerte de que la farmacéutica es la madre de su mejor amiga, así que sólo tenemos que plantearle que venga a tomar un café a casa con la pistola y que se los haga aquí…
Lo de las alergias es terrible… Desde hace cuatro años no me puedo poner los pendientes que me gustaría llevar. Sólo oro amarillo! Terrible.
Un besazo!!!
A mi tampoco me los hicieron al nacer, en EEUU tambien se considera impensable. Y me los hice en la adolescencia, 3 de golpe 🙂 Y la verdad es que yo nunca tuve dudas de no hacerselos, prefiero que los haga ella cuando crea. Ya nos contaras a ver si vence el temor a la pistola y que tal acaba el tema. Para prepararme para cuando me toque con la peque 🙂 Un beso
Yo también me hice tres de golpe! A mi padre le dio un cabreo que no veas! Pero el tercero, por el desuso, está súper cerrado. Un besazo!!!
Pues mira yo a mi hija no se los puse porque los primeros meses fueron terribles y no encontraba el momento. Luego empezó a moverse más que una lagartija y me entro pánico a que se enganchase con algo. Ahora va a hacer 16 meses, sigue sin pendientes y aunque estoy hasta el moño de las señoras que me preguntan si es niño cuando va con un vestido rosa y un lazo en la cabeza, estoy convencida de que es mejor así.
Cuanto te entiendo!! A mi tampoco me pusieron pendientes al nacer y para mi piccola tenia claro que los queria si o si..pero ahi entro el papi, que como italiano (volcemos al tema de diferencias culturales) me dijo que no, que era muy pequeña y que mejor esperar. Mis amigas nos regalarob unos pendientes de oro monisimos de recien nacida..y nunca los hemos podido poner! Hasta que hoy para mi sorpresa me dice el papi mientras desayunabamos «creo que ha llegado el momento de ponerle pendientes!» Imaginate mi cara de ilusion! 🙂 adi que nose al final si iremos este finde o si se tirara hacia atras! Ya nos contaras que decide Emma pues! Besos
Me parto! Pero cuántas somos que no teníamos pendientes al nacer! Y yo que de niña pensaba que era la única!!!
Respecto a Emma, chicas, se está echando para atrás después de ver la pistola… Veremos, veremos…
Besazos!
Pues a mi me los hicieron al nacer, pero lo cierto es que hasta los 10 años (que fué cuando hice la comunión) no me puse pendientes. Lo agujeros que me hicieron de bebé, aparte de que eran muy arriba, uno de ellos estaba cerrado, con lo que me tocó hacerme agujeros nuevos en una farmacia. Mi hija tiene 3 meses y se los fuí a hacer el mes pasado. Mi novio no quería, pero más que nada, porque lo iba a pasar mal la niña. Pero al final, a pesar de que el no estaba convencido, fuimos a un centro y se los hicieron (con aguja) y si, lo paso muy mal, pero bueno..no me arrepiento de habérselos puesto. Espero que cuando sea más mayor, no me diga que quiere hacerse donde tengo un par de piercings en las orejas jeje. Y bueno, el del labio porque ya me lo quité..besos
Nosotros teníamos claro los dos que no queríamos hacérselos. No lo veíamos necesario y nos parece bien la opción «ya decidirá ella de mayor».
No me arrepiento. Resultó ser una niña muy, muy inquieta, de muy mal dormir, a la que nunca le ha gustado que se le manipule o toquetee demasiado…así que creo que hubieran sido un estorbo mas que otro cosa.
En nuestro entorno hay varias niñas sin pendientes y cada una está reaccionando de una manera según crecen…alguna como Emma enseguida ha mostrado interés y se los ha querido hacer. Y otras sin embargo no tienen ningún interés o claramente dicen que no les gusta…
Así que lo dicho: que decida ella en un futuro…
Yo no tengo nada en contra de poner pendientes a las niñas pequenitas, pero a mi marido tampoco le gustó la idea (y en nuestro caso no se trata de la diferencia cultural). En fin, hemos acordado, igual que tu marido y tú, que en cuanto quiera, le vamos a permitirlo. Nuestra hija ya tiene 4 añitos y sí que quiere tener pendientes, pero mi marido sigue diciendo que es demasiado pequeña para decidir que tndría miedo y no sé que más tonterías:). Yo lo que creo es que él mismo tiene miedo de ver que le hagan agujeros 🙂 Saludos
Ja, ja, ja!!! Ya le vale a tu maridín! El mío también ha iniciado una sutil campaña en contra jugando con el dolor del pinchazo, pero me he rebelado. Si quiere, quiere! Ese era el trato! Un besazo!!!!
Nuestra nena nacerá en Mayo y nosotros sí que se los queremos poner. Al fin y al cabo, se los va a acabar haciendo, y preferimos hacérselos igual que me los hicieron a mí, en el mismo paritorio nada más salir. Creemos que es lo mejor para ella porque con todo el shock de haber nacido, del pinchacito en el talón, etc… no se enterará mucho; mejor que le hagan todas la putaditas de una sola vez, que luego cuando sea mayor será consciente del dolor y será mucho más difícil para ella.
Yo se los puse nada más salir del hospital, me daba cosilla tan pequeña pero no se quejó demasiado y a mí también me los hicieron nada más nacer. Papáboom no quería pero jejeje le convencí!
nosotros tampoco se los pusimos a nuestra hija, pero al finalizar el curso pasado, con casi 6 años, no hacía más que decir que los tenían todas las niñas, menos ella, y que quería ponérselos. Tengo claro que los pidió por presiones externas pero bueno, el caso es los pidió ella y fuimos a la farmacia. El primer pinchazo le dolió, y se puso a llorar, así que pensé que no iba a querer el segundo, pero finalmente se armó de valor y dijo que adelante. Estuvo llorando un rato, pero se le pasó en cuanto llegó al parque y le enseñó a sus amigas sus pendientes.
¡Qué valiente! Pues sí que quería pendientes, sí! Emma todavía sigue sin querer el otro. Tiempo al tiempo…
Un besazo!
Pues a mi me los hicieron nada más nacer; cuando me llevaron a asearme después de nacer ya me devolvieron con las orejitas agujereadas a mi madre. A mi esto sinceramente me parece una barbaridad, y mi madre claro no sabe si llore o no porque no estuvo presente y yo pues como es lógico no me acuerdo.
A mi madre le encantaba que yo llevara pendientes y presumir de niña.
El caso que yo siendo bebé pues no era muy consciente del tema y si mis padres me ponían pendientes pues pendientes que llevaba, pero a eso de los 2 o 3 años a mi los pendientes no me hacian gracia, no recuerdo si por molestia o porque no me gustaban y me los quitaba, y con mi madre (mi padre el pobre no se metía) fue una lucha hasta los 5 o 6 años. Incluso en el cole me quitaba pendientes que eran de oro y los tiraba aposta por ahí a la basura, luego mi madre pensaba que los había perdido e imaginar el disgusto.
Se me cerraron varias veces y mi madre emperrada en que llevara pendientes (según ella era mi obligación como buena niña) me agujeraba ella misma con una aguja de coser y la punta quemada, y eso dolía la leche, de eso si me acuerdo.
Al final eso con unos 6 años mi madre me dio por causa perdida por el tema de los pendientes y «acepto» que no quisiera llevar, y digo «» porque cada tanto estaba haciendo comentarios al respecto.
Se me cerraron los agujeros aunque al tocar se notaba bastante bultito por haberme perforado tantas veces.
Total que con 14 años a mi ya me hacia más gracia lo de los pendientes y me los quise hacer, pero habia un problemilla y era que yo en una farmacia o una joyería con pistola no me lo quería hacer porque es algo peligroso y cuanto menos riesgo mejor, pero para hacermelos en una tienda de tatuajes con aguja me pedian el permiso de mis padres y mi madre no quería firmar porque no le parecia de confianza hacermelos en una tienda de tatuajes.
Al final fue mi padre el que acepto, me acompaño y muy bien; me pusieron pendientes que yo elegi y dolor la verdad es que nada, muchisimo menos que con la aguja de coser quemada. Lo único que me los hicieron en mejor punto que los que tenía de bebé (se notaban un poco las marcas) que los tenía un poco arriba.
Y mi madre pues ya contenta; después me he hecho más pendientes y tatuajes y eso ya no le gusta; y yo sinceramente no entiendo ese empeño que una niña desde bebe solo por ser niña debe llevar 1 pendiente en cada oreja, y en cambio cuando esa niña pide ponerse uno en el ombligo, en la nariz o simplmente en las mismas orejas los padres ponen el grito en el cielo.
Respecto a mi hija tiene 10 años y lleva pendientes desde los 7 porque ella quiso, la lleve a mi tatuador habitual y se los puso muy bien y la nena no ha tenido ningún problema.
Cuando nacio pues otra vez la batalla con mi madre; acepto no ponerselos recien nacida porque ya no los ponian en el hospital, pero ella quería que se los pusiera cuanto antes y ya me habia regalado como 3 pares a sabiendas que era dinero tirado.
En las farmacias nos decian que por lo menos hasta los 3 meses no me aconsejaban, además Ana tenía los lóbulos muy chiquititos; mi madre conformada con esperar a los 3 meses y esperando que yo recapacitara y decidiera ponerselos.
A esto que Ana tenía como 8 meses y seguia sin pendientes porque a mi no me daba la gana, cuando los quiera pues ya los pedira; un día que se quedo con mi madre, llego a casa de mis padres y mi madre blanca como la pared, yo claro me asuste pregunte que pasaba.
Y mi madre: cariño no te enfades pero es que he intentado ponerle pendientes a la nena, que así esta más bonita. Y yo , bueno y que ha pasado se los has puesto (con esas mismas yo se los hubiera quitado), y mi madre : le estaba intentando agujerar la orejita (con aguja caliente) y no me dejaba (raro seria lo contrario) y a empezado a llorar a pleno pulmon del forcejeo a salir sangre; a tal punto le llego el berrinche que se quedo morada casi sin respiración. Imaginaos el disgusto de mi madre y el cabreo mio.
Por suerte la cosa no paso a mayores y ya mi madre no se metio.
Al final con 7 años Ana decidio que queria pendientes y yo le explique que vale, que si le gustan se los hacemos pero que tiene que saber que duele un poquito como cuando las vacunas y ella pues conforme, ni se lo pensó.
Se los pusimos y genial, ni sangre, ni lloros por su parte (solo un auch!) pero nada; ella era consciente de que ese proceso implicaba un dolor aunque mínimo y ya antes de proceder a ello lo asumio y lo acepto sin ningún problema.
Yo no iba a mentirle diciendole que no duele para que después me lo eche en cara y si diciendole que duele un poco se echa atrás y espera a ser más mayor pues hubieramos esperado, sin problema.
Y la abuela no veais ahora que orgullosa de que la nena lleve pendientes.
¡Menuda historia! Me alegra saber qué tienes mucho más sentido común que tu madre, así que espero que tu hija herede esa cualidad de ti 😉
Gracias por compartir tu historia aquí! Un besazo enorme!