Los terribles dos años están aquí (con cuatro meses de adelanto)
La mudanza no nos ha sentado nada bien a Emma y a mi. «Que me devuelvan el dinero, que me devuelvan el dinero», le cantaba el otro día a Emma. Está rebelde, protestona, imposible y terrible. Terrible es la palabra que mejor la define. ¡Qué desastre! Para que os hagáis una idea del panorama simplemente os voy a decir que la semana pasada estuve dos días seguidos sin ducharme. Exactamente igual que cuando Emma era recién nacida y no tenía ni un segundo para mi misma. Se me acumulan las tareas: cocinar, limpiar, encender el fuego, lavar la ropa y colgarla. Ni siquiera llego siempre a lo básico: ducharme, vestirme adecuadamente, recoger la mesa. Y qué decir queda que la casa está hecha un completo desastre, llena de cajas sin deshacer, ropa y objetos diversos sin clasificar. Además, ya necesita una limpieza completa (baños, aspiradora, fregona) que es imposible efectuar. ¿Por qué hablo en singular? Porque maridín lleva manco de la mano derecha desde que nos instalamos en el caserío debido a un percance de la mudanza que le ha acarreado cinco puntos y un grave shock anafiláctico a los antibióticos. El panorama no pinta bien, ¿verdad? Bueno, pues inspiremos hondo porque esta semana ya hemos empezado el periodo de adaptación en la haurreskola (la guardería pública vasca) y al menos eso marcha bien. Seguiré informando. Stop. Pero que me devuelvan el dinero. Stop. Los terribles dos años han llegado. Stop. Y se han adelantado. Stop. ¡S.O.S., S.O.S.!
En la imagen, Emma metida en el bidé vestida lavando su collar. En un blog leí que si dejas el grifo abierto y le das al bebé un par de cubos se entretendrá hasta veinte minutos jugando solo con el agua. La autora de dicha sugerencia no conocía a Emma… A ella le han bastado tres miserables minutos para acabar de esta guisa: metida dentro del bidé lavando su collar. ¿Y los cubos? «¡Aburridos, mamá!». No me ha dado tiempo ni a colgar una lavadora. ¡Argggg!

Yo creo que es la adaptación a la nueva situación… Ya verás como en unos días vuelve a ser la Emma que te deja ducharte jejejejeje. Graciosísima metida en el bidé!!!! Besos y muuuucho ánimo y paciencia!!!
Mucho ánimo Gessamí!!! Aisss pobre, esperemos que la rebeldía se le pase ipso facto y te deje volver a hacer tus quehaceres (y ducharte, que qué mal se pasa!)
Un besote, también espero que maridín se recupere…si esto va por rachas por lo que se ve, así que la siguiente sólo puede ir a mejor!! muassss
Me ha encantado el post por lo bien que esta escrito!!! Tranquila pronto Emma entendera su nueva rutina y estareis mas tranquilos todos. Y en cuanto Emma empiece con su horario normal, en una semana tienes todo en su sitio y la casa bajo control. Tiempo en el que la mano de Jens estara mejor. Como dice Eva esto solo puede ir a mejor!!!
Yo, por quitar un poco de hierro al asunto…¡qué graciosa está Emma dentro del bidé!jijiji. Sin duda, el bidé de las casas ajenas (nosotros no tenemos) es el espacio de diversión preferido de Erik. Es ver uno, y no hay más juguete…Esto me recuerda que no puedo olvidar ropa de cambio cuando vayamos al baserri, jejeje
Y, poniéndonos un poquito más serios, mucho mucho ánimo, que estoy con Amaia, cuando Emma recupere su rutina en la haurreskola, la paz y el orden volverán a vuestro hogar.
Un beso gordo para Jens, que ya fue mala pata…
Muaaaaaaaaaaaaaaaaa!
Respira hondo! Cambiad el bidé por la bañera y meteos las dos con el collar incluido, lo tendrás todo en una: Emma distraída y collar y tú limpitos jejejeej. Un saludote y mucho ánimo!
Hola! Soy Espe, ya ni te acordarás. Hace un tiempo te seguía de continuo, luego pasamos un tiempo sin tener acceso a la red y cual es mi sorpresa al retomar la lectura del blog y ver que te has convertido en una mami estilosa y rural como yo, ji ji ji. Lo de estilosa me hace gracia porque me veo a mí misma hoy en día y parezco un esponso de quechua, pero bueno, de vez en cuando me subo a unos tacones (rojos a poder ser) y me piro a la city, y solo el escuchar su sonido contra el asfalto me retrotrae a otra realidad, y no es que desmerezca la chiruca, pero hija, de vez en cuando hay que darse un gustazo. Hoy no tengo más tiempo, me llegan unos alaridos del piso de arriba que no puedo ignorar, Antón lleva unos días malín y el pobre está insoportable, jo. Hablamos guapa!
Ay, Espe, ¡qué gracia lo de los tacones! Un besazo gigante!!!
Mucho ánimo Gessamí,deseo que tu Romeo mejore pronto y Emma retome su rutina.Hay días que son difíciles y una se encuentra desbordada,sin embargo todo pasa y las aguas vuelven a su cauce.En mi caso,recuerdo los primeros 6meses de mi nina,cuando sentía que mi cuerpo ya no daba más y me preguntaba cómo afrontar más de lo mismo al día siguiente.
Aprovecho el post para quejarme de lo mismo.Mi bichillo tiene15meses y medio,está llena de energía y empieza a tener momentos explosivos,llora,se tira al suelo cuando le prohibo algo,toca los botones de la lavadora y el tiempo de lavado se alarga,juega en la cocina y se mete entre mis piernas,a veces no obedece y vuelve a la carga con más juguetes para estrellarlos contra el suelo,esto lo lleva a cabo mirándome muy resuelta…y así otras trastadas en las que me autoinyecto paciencia para no estar de mal humor lo que queda del día.
También he vuelto a tener alguno que otro día sin ducharme,además de apariencia de cansada.Ayer fuí al parque con otra mamá que fué testigo de las travesuras de mi hija.
Confío que con amor,paciencia y disciplina nuestros peques aprendan hasta donde pueden llegar,sin que esto conlleve frustración y/o llanto.
Un abrazo,
Pao