El reto de febrero
Después de dar a luz, pensé que en pocas semanas, o si acaso en pocos meses, recuperaría mi figura de antes del embarazo. Una figura que incluía un vientre plano y una estrecha cintura. Tonterías. Durante el embarazo cogí 17 kilos, de los cuales perdí doce en los primeros diez días (bebé, placenta, líquido amniótico y retención de líquidos). Quedaban cinco, que no querían marcharse. También equivocadamente pensé que los perdería gracias a la lactancia materna, cuando quemas más calorías pero cuando engulles cual lobo feroz. Por último, tengo la siguiente sensación: cuanto más me alejaba de la fecha del parto, más barriga tenía, ya que mis músculos seguían distendiéndose debido al esfuerzo físico que realizaba sin haberme recuperado físicamente de un mal parto. Subiendo y bajando al bebé, al capazo y las compras desde nuestro quinto piso sin ascensor en el que vivíamos en Bilbao. Casi tres años después, sigo con barriga y obligatoriamente haciendo Kegels, porque el suelo pélvico sigue tocado. Hace unos meses compré el libro Lose your mummy tummy, de Julie Tuppler, que recomendaba Jaio, de Más allá del rosa y el azul. Sin embargo, todavía no me había puesto a ello. ¡Pero ya ha llegado el momento! No lo puedo ni lo quiero aplazar más, así que el domingo empecé mi reto vientre plano. Tuppler es una enfermera especializada en la diástasis de los rectos abdominales, la separación de la musculatura abdominal que se produce en la mayoría de los embarazos y que no siempre se recupera tras el parto. En Youtube encontraréis vídeos que os ayudan a comprobar si vosotras tenéis diástasis, aunque lo mejor sería que os ayudara la matrona o un fisioterapeuta, por supuesto.
La tabla que Tuppler propone es muy sencilla y se basa en ejercicios hipopresivos o similares para hacer trabajar todos los músculos abdominales: los transversos, los oblicuos y el músculo recto, separado por la línea alba. Este músculo es el que se separa durante el embarazo y es el que debo unir con los ejercicios de Tuppler. En la Wikipedia, en castellano ni siquiera encontraréis una definición de diástasis. Os tenéis que ir al inglés. Triste, ¿verdad? De la diástasis tras el embarazo y cómo hace que perdamos nuestro vientre plano existe poca información en castellano. Una vez más, la salud y el bienestar de la mujer resulta de poco interés. Pues bien, Tuppler resuelve muchísimas dudas y expone con claridad cómo trabaja cada músculo y cuáles son las implicaciones de no tenerlos en su sitio. Gráficamente, explica que nuestro abdomen es como una bolsa de papel, donde dentro están nuestros órganos y vísceras. Si los músculos abdominales no tienen fuerza, ello implica cargar más al suelo pélvico y si éste tampoco está recuperado, la bolsa se rompe y los órganos se caen. De ahí la incontinencia urinaria, los prolapsos e incluso problemas de estreñimiento tras el parto y, por supuesto, el dolor de espalda en la parte baja de ésta. Pero también creo, o esa es mi intuición, que el cuerpo tiende a almacenar más grasa en el vientre. Total, hay sitio, ya que el poco músculo que queda no hace presión. Por si fuera poco, hay bastantes ejercicios incompatibles con la diástasis, ya que la empeoran, y en mi caso ni siquiera me sentía cómoda haciendo algunas posturas de yoga (como el perro y el puente, dos básicos), por lo que realmente tenía que encontrar una solución. En fin, como os decía, el domingo empecé mi reto de vientre plano. El lunes tuve agujetas y hoy he vuelto a hacer la tabla de ejercicios. En seis semanas os contaré los resultados. Por cierto, el libro está prologado por la top model Elle McPerson, también conocida como El Cuerpo. Las modelos nacen preciosas, pero tras ser madres, como todas, tienen que trabajárselo para seguir estupendas. ¡Como todas! Y tras este reto, espero no tener que escuchar ningún comentario más sobre mi barriga. Porque los he escuchado de entre las personas que me conocen de toda la vida. Y os aseguro que no me sentaron nada bien. ¿Alguna se apunta al reto? Venga, que no es sólo por lucir estupendas, ¡sino por nuestra salud!
En la imagen, la portada del libro Lose your mummy tummy de Julie Tuppler, una enfermera estadounidense especializada en diástasis de los rectos abdominales. En el vídeo, en inglés, podéis aprender a detectar si tenéis diástasis.

Ánimo!!! Seguro que con un poco de constancia en unas semanas te ves mejor. Y lo más importante: te encuentras mejor. Yo me puse en serio hace unos meses, lo que mejor me ha venido ha sido el pilates y los hipopresivos. He mejorado, y sigo mejorando, mucho, con dos horas a la semana. Da pereza y cuesta sacar el tiempo, pero es por salud y por autoestima, así que compensa. Tú puedes campeona.
pues yo estoy en las mismas. intenté hacer hipopresivos en verano, aunque no tengo el libro, leí lo básico en internet y me lancé con lo que yo sabía pero mi voluntad es débil y mi cansancio infinito así que no duré ni diez días. en septiembre retomé mis clases de pilates porque no podía más del dolor de espalda y quería deshacerme de la barriga (yo también estoy harta de los comentarios, qué le importará a la gente, se pensarán que estoy ciega además…gggrrr…) y, a pesar de no ser tan efectivo como los hipopresivos, ya voy notando la mejoría. me voy a esperar a que vuelvas a contarnos los resultados en 6 semanas y entonces me pensaré si comprarme el libro o no (porque mi voluntad sigue siendo débil y mi cansancio aún es infinito y no apuesto nada por mí si me tengo que poner otra vez yo sola en casa).
un beso
Bego Bolas y señora Primeriza, mil gracias por los ánimos!!!! Y Bego, anímate y únete al reto, nosotras podemos!!!!
¡Me uno al reto! Ya me he pillado el libro y esta misma noche empiezo. Mi bebé tiene 9 meses y medio y el buen tiempo está a la vuelta de la esquina. Hace cosa de un mes empecé a hacer sentadillas por la noche, justo cuando Miriam, mi bebé, entra en modo off después de todo el día 😉 Y ahora tendré que incorporar los abdominales. Ains, lo que no pueda hacer una madre… 🙂
Con nueve meses, ¡me parece un momento genial para ponerse las pilas! ¡Qué bien, Isa! Y me alegro muchísimo de que te unas al reto 😉 ¿Cómo lo hacemos? ¿Nos atrevemos a medirnos la cintura al levantarnos y antes de acostarnos? En mi caso hay una diferencia brutal… Ay, ay, ay! Pero bueno, por eso hago este reto 🙂
Un besazo!