El léxico del mundo maternal anglófono
Cuando ahora me refiero a Emma, nunca sé exactamente cómo definirla. ¿Es un bebé? ¿Es ya una niña? Es una pena que en castellano no tengamos una palabra equivalente del inglés para definir esta época. En inglés, y según el diccionario Word Reference, un toddler es «un bebé mayor, de uno y dos años». ¿No es perfecto? ¡Emma es una toddler! Eso tiene sentido, ¿verdad? También tienen otro concepto que me gusta, ya que me permite sentirme identificada hasta el día que por fin trabaje. Es el concepto stay-at-home mom, aquellas mujeres que eligen, o se ven abocadas por las circunstancias económicas, a una crianza activa que las aleja de sus carreras profesionales, pero que tienen en mente reincorporarse al mercado profesional tras los primeros años de la crianza de sus hijos. No somos amas de casa. La casa no es nuestro objetivo. ¡Incluso somos feministas! Qué lío, ¿verdad? De ahí lo de stay-at-home mom. ¿Qué os parece a vosotras? ¿Cómo definís a vuestros hijos? Y las que ahora no trabajáis, ¿cómo os referís a vosotras mismas? ¡¿Os gusta el término ama de casa?! Con todo el respeto hacia las amas de casa de este mundo, yo lo detesto. Ni mi cerebro ni mi preparación académica están preparados para él.
En la imagen, Emma con un año, de pie en el parque de El Arenal de Bilbao comiendo galletas. En Inglaterra y Estados Unidos se refieren a los bebés que ya se ponen de pie, alrededor del año, como toddlers. Esa definición les sirve hasta que cumplen los tres, cuando ya se les llama kids.

Está hermosa Emma! Ya es toda una niña! En Argentina se usa deambulador como sinónimo de toddler (en ámbico escolar) , que comprende desde los 16-18 meses hasta los 36 meses. Creo que es de Piaget el término. Saludos!
¡Gracias, Viviana! ¡Muy interesante tu aportación! Además, el término deambulador es muy gracioso 😉
Un beso!
En la «escola bressol» de Marina, a los más pequeños los denominan «lactants» i «caminants». Marina, mi hija, a sus casi 11 meses gatea como un fórmula 1, por lo que es más «caminante».
Por mi parte, estoy de excedencia hasta el mes que viene por crianza de hijo menor de un año. Me reincorporo a la empresa privada donde trabajo con recelos y miedo por mi futuro profesional, ya que siento el «techo de cristal» sobre mi cabeza. Me defino como «en excedencia por cuidado de hijo», pero el término «stay-at-home mum» me gusta.
Estos meses que estado de baja y excedencia en ningún momento me he considerado «ama de casa» pues tengo menos tiempo (y ganas) de cocinar y limpiar que nunca. La mayoria de mis compañeras mamas recientes ya trabajan (alguna hay en paro…) me dicen «qué suerte». Pero la mayoría han podido delegar cuidados (y tareas domésticas) a abuelas «jovenes» amas de casa. No es mi caso, mi madre es «joven» y trabaja. Mi suegra tiene más edad de que la cuiden que de cuidar. La única suerte que he tenido es haberme permitido la excedencia, un lujazo poder compartir los primeros meses de vida de Marina, y también suerte de mi marido, que no «ayuda», sino que «hace» todo lo que puede.
Un abrazo.
¡Hola Roser! ¡Qué acertadas todas tus matizaciones de tus circunstancias! A veces, entre lo que te dicen que tienes y lo que tienes hay un abismo léxico…
Y me encanta lo de lactantes y caminantes!!!!
Un besazo y espero que disfrutes de este último mes de excedencia. En cuanto a lo del techo de cristal, estoy segura que ahí está… Triste pero real como la vida misma. Rompámoslo!!!
Un besazo!