Doce trucos para disfrutar
¡Hola! Recientemente una lectora me pedía un post sobre viajar en avión con niños pequeños (aquí podéis ver lo que escribí sobre viajar en avión con Emma cuando era bebé). Se acerca el verano, se acerca el momento avión. ¡Bien! ¡Viajar con niños pequeños en avión es una gozada! Siempre que…:
- Sed cuidadosos a la hora de comprar el billete de avión. Elegid un horario que os convenga: salid muy pronto o que el vuelo coincida con la hora de la siesta. De este modo, el día parecerá más largo: habréis viajado y por la tarde habréis tenido tiempo de acomodaros a vuestro destino (o a vuestra casa).
- Eso implica un esfuerzo por vuestra parte: madrugones para llegar al aeropuerto mientras el niño sigue durmiendo. ¡No importa! El mejor consejo para viajar en avión con niños pequeños es el siguiente: sé paciente, tómate las cosas con tranquilidad y ¡diviértete!
- ¡El aeropuerto es una fiesta! Convierte el viaje en una aventura: que flipe al ver cómo las maletas desaparecen en la cinta tras facturar, explícale qué es el escáner del control policial (sí, probablemente, llorará cuando lo tenga que cruzar solo, pero al menos tú habrás hecho tu labor de buena madre), jugad al pilla-pilla mientras esperas a embarcar y explícale todos los detalles que puedas sobre el avión. Tras todas tus explicaciones, ¡te convertirás en su héroe!
- No olvides su pasaporte. Tampoco el tuyo. ¡Y que no estén caducados! Como nos pasó a nosotros el verano pasado… Menos mal que la azafata no se enteró o hizo la vista gorda…
- Lleva una botella para rellenar de agua (los bares venden agua a precio de alcohol, ¡que no nos timen!), llévate un bocata y algún tentepié y pocos dulces. No quieres un subidón de azúcar en pleno avión. Te lo prometo, no lo quieres. El azúcar, en el destino de llegada.
- Intenta que el niño llegue con hambre al avión (que desayune poco, por ejemplo). Así tendréis una actividad más que hacer en el avión.
- Sácate de tu súper bolso de Mary Poppins un libro nuevo. Uno que te lo haga leer diez veces seguidas.
- Invítale a que se eche una siesta. A veces funciona…
- ¡Haz amigos! En los aviones viajan muchas familias en verano y no hay nada como que los niños se sienten un rato en el pasillo a jugar.
- Déjale leer la revista del avión e inventa historias con las imágenes.
- Déjale que destroce la puñetera revista si está insoportable. ¿Qué le vamos a hacer? Hay viajes eternos. Pero después de su proyecto destructivo no le dejes alternativa: ahora siesta sí o sí. ¡Fuera ese mal humor!
- ¿Tienes iPad o tableta? Que no se te olvide llevarla con la energía cargada. Juegos, juegos y más juegos. Yo he llevado juegos físicos y no es la mejor idea… Acaban todos desparramados por el suelo.
Viajar con niños puede asustar, pero en realidad es una experiencia fantástica si consigues comprimir el viaje en el menor número de horas posibles eligiendo bien el aeropuerto de salida y de llegada. De hecho, viajar en avión para nosotras nunca ha sido problema. Los problemas surgen con el viaje de llegada al aeropuerto y, del aeropuerto, al lugar de destino (mínimo una hora, a veces, dos). Y con las cancelaciones. Una vez nos quedamos tiradas Emma y yo en el aeropuerto de Bilbao ocho horas. ¡Ocho! Y fuera llovía a cántaros. Ese viaje sí fue cansino y agotador para ambas, pero ella no tuvo la culpa. Ejem, Iberia, sí…
¡Besazos y feliz fin de semana!
En la imagen, Emma con dos años en el fantástico aeropuerto de Franckfurt. El mejor que hemos pisado con ella.

Que foto tan chula, seguro que se lo pasó genial, jajajjaa! Por cierto, todos los consejos para viajar en avión son estupendos, lo tendré en cuenta!
Gracias Mamá Blogger! Muas!
A nosotros nos toca el avión en agosto, y llevaremos todo y algo más, aprovechando que ahora no hay que apagar los aparatos en muchas compañías. Para ser sinceros, ya viajamos con él el año pasado a Londres, y la verdad, hizo como su padre: quedarse dormido nada más sentarse.
Mucho me temo que esta vez no será así y llevaremos toda la artillería disponible.
Buen viaje! El avión puede ser una de las mejores partes del viaje. Emma es fan absoluta. Yo también!
Yo fui quien te pidió este post: muchas gracias!! He tomado buena nota de todo, y como mi peque está entre bebé y niña (14 meses), tengo los dos posts bien estudiados. Aún así, confieso que temo un poco el momento, me imagino recorriendo el pasillo del avión arriba abajo durante todo el trayecto, ains!
¡De nada! Jajaja!!! Disfrutad del viaje, ya verás, será toda una experiencia y los siguientes serán todavía mejores!!! Un besazo y ya nos contarás!!!!
A Markel le encantó el avión. Cuando fuimos con él de bebé apenas se enteró, pero este año cuando fuimos a Paris estaba como loco, estuvimos viendo aterrizar y despegar aviones, pedíamos permiso a la torre de control (ya habíamos jugado previamente a los aviones en casa), le dijimos agur a la maleta mientras se iba por la cinta, le dejamos elegir asiento (ventanilla) y sorprendentemente cuando se sentó en su asiento se ató el sólo el cinturón. La verdad es que disfrutó muchísimo. Esperamos pacientemente la salida de nuestra maleta en las cintas de llegadas.Me parece importante la elección de los horarios más cómodos posibles (siempre que se pueda), que impliquen que coma o meriende en el avión, para tenerle un rato entretenido, libros y algún juego, mucha paciencia y tranquilidad y explicarle todo lo que pregunte, son esponjas y se quedan con todo (a veces a su manera simplificada, claro está). No coger conexiones o traslados muy justos, ya que los niños tienen su propio ritmo.
Aunque a la ida se nos hizo tarde la llegada al hotel, cosa que esperábamos que fuera positivo para que caería rendido en la cama, no fue así, me imagino que de las emociones vividas, pero en Euro Disney cayó durante los fuegos artificiales los dos días… jejeje
El primer día de vacaciones del cole me dijo «amatxu, ¿A dónde nos vamos de vacaciones? ¿A Paris en avión?» ;p