Días intensos
No hay nada como una cura de sueño para reconciliarte con el día. Me acosté a las 21.30 horas, de ahí la ausencia nocturna de un nuevo post, y me he levantado con Emma a las 8.30. Con once horas en posición horizontal, los frecuentes despertares de la fiera son más fáciles de sobrellevar. Tiene siete dientes y le están saliendo dos o tres más. Los nuevos le duelen tantísimo que ni siquiera puedo tocarle las encías para saber qué hay de nuevo, las mejillas están rojas, ella se lleva las manos a la cara como signo de dolor y hemos tanteado el ibuprofeno infantil. El problema es que cuando más me necesita mi bebé, más de mal humor me pone. Brazos, teta, brazos, llanto, brazos, más brazos. Me cansa. Llega un punto en que tengo que inspirar hondo, recordarme que me necesita y que ella está sufriendo probablemente más que yo. Sólo entonces, recupero las atenciones que ella merece. Bueno, miento. No siempre hago eso. Hay veces que estoy deseando que su padre vuelva a casa y, cuando se quita la chaqueta, le planto a Emma en los brazos y le digo: «Es tu turno». Supongo que esta fase es un entrenamiento para las rabietas de los dos años, cuando nuestra hija pondrá a prueba nuestra paciencia mientras ella descubre nuevos sentimientos que aún no dominará (ira, autocontrol, frustración, enfado, etc.). Siempre he dicho que Emma es un bebé de alta demanda, ¿pero lo es? En el blog de una lectora encontré un link con una web dedicada a los bebés de alta demanda (ya desactivada). En algunos puntos, vi reflejada a la pequeña (intensidad, absorbente, tomas y despertares frecuentes, necesidad de estar piel con piel, no se calma sola, sensible a la separación). No es un caso agudo ni especial. Diría que está a medio camino entre un bebé tranquilo y otro altamente demandante; porque como en todo, en esto también debe haber grados. En el grupo de crianza de la matrona vi un bebé realmente demandante que siempre lloraba si no estaba en la teta. Siempre. ¿Os lo imagináis? Duro, duro. En esta web descubrí que tienen un foro donde los padres que han experimentado sentimientos de violencia hacia sus bebés puedan expresar sus emociones y confrontarlas con las de otros padres. No tengo la más mínima intención de leer esos comentarios que me parecen tan íntimos y que seguro que son desesperados. Pero cuando ahora Emma tiene días imposibles, pienso en esos padres y en sus hijos y me digo: «Buf, qué suerte tenemos». Para todas aquellas madres que leen esto y se sientan identificadas en algo, también deben saber que noté un gran cambio de conducta en la pequeña cuando cumplió nuevo meses. De un día para otro, empezó a quedarse dormida con más facilidad y sin tantos despertares nocturnos. Además, recientemente ha empezado a jugar sola durante espacios cortos de tiempo. Y aunque seguimos durmiendo juntas, cuando cumplió cuatro meses pudimos abandonar la mochila portabebés y pasear en la silla sin una lágrima. Para mi, todo esto ha supuesto una gran mejora en mi calidad de vida, por eso cuando pienso en otras madres que siguen en esa situación, entiendo perfectamente que necesiten desahogarse en espacios propios y compartir experiencias para no volverse locas ni dañar a sus hijos. Y es que cuando no quieres gritar, pegar ni disciplinar de forma autoritaria a tu hijo, el apoyo mutuo es una necesidad urgente. De todos modos, no os llevéis una idea errónea con este post. Aunque haya días durillos, como supongo que ocurre con todos los bebés, sigo pensando que Emma es lo más. De hecho, si pudiera cambiar algo de mi hija, os aseguro que no cambiaría nada. Nada de nada. Ni siquiera la inmadurez de su pauta de sueño, que ya la tengo aceptada. Será ella quien la cambie cuando esté preparada.
En la imagen, con Emma mordiendo la cremallera de metal en el parque de Doña Casilda el día de la última quedada de madres primerizas.

Cómo me reconozco en la frase de que cuanto más me necesita, más me cansa… Hay días que estoy esperando a Javi como agua de mayo, y en cuanto llega, «te hago la entrega de una hija»…es verdad lo que dices de que cuando están así algo les pasa y te necesitan… pero yo lo llevo mejor cuando hay una causa clara, eso me ayuda… los malestares inespecíficos los llevo mal…sobre todo las semanas en que estoy sin ayuda, día tras día con ella…
Entiendo a esos padres, y reconozco las sensaciones de ira que a veces se experimentan, tengo poca paciencia.. pero nunca he llegado a tener miedo de una reacción violenta, no me he visto en puertas de hacerla, aunque haya sentido mucha rabia…..
Qué alegría leer el cambio hacia los 9 meses, Martina los cumple el domingo…dormir bien, entretenerse sola… se necesitan esos avances…
¡Me alegra saber que también haces una entrega de bebé en toda regla! De momento, yo tampoco me he visto al borde de la reacción violenta, pero estoy segura que cualquier día puede llegar. Así que mejor tenerlo presente y ensayar mentalmente una reacción: marcharme a otra habitación, respirar hondo, darme cuenta de que ella es solo un bebé, calmarme y volver a atenderla como merece (sin gritos, sin rabia, sin rabia, con distracciones que la tranquilicen, con juegos que la entretengan). En fin, Serafín, ¡buen finde, Izaskun!
Nosotros estamos inmersos en un proceso de alta demanda justificada. Mi pobre pequeñajo lleva desde el miércoles con fiebre y mucho, muchísimo dolor de boquita. Creo que esta vez es un colmillo. Uno solo que está haciéndose notar mucho más que las cuatro paletas anteriores que salieron a la vez y casi sin molestias. Ello sumado a un catarro muy mocosete, ha dado como resultado que Erik no pueda estar más que en mis brazos. Pobre.
Para colmo, el jueves yo no fui a trabajar por algo que parecía un virus- mareo, malestar de estómago…- y tuve que encargarme de Erik todo el día. En casa, sin salir, los dos mal…
Y si a esto le añadimos que Rubén lleva toda la semana con un pinzamiento muscular en la espalda que la fisio ayer no fue capaz de deshacer, pues, el resultado es que estamos en casa que nos subimos por las paredes 🙂
La moraleja de todo esto es: «Con un bebé, más vale que no te pongas malo tú» jejeje
Pero, al margen de estos días, he de decir que, aunque Erik es muy mimosete- como supongo que la mayoría de bebés- nunca ha sido especialmente demandante. Desde muy prontito se entretenía con los dibujos y ahora que lo hace con los juguetes, puede estar un rato jugando solo sin buscarte. Eso sí, cuando se acuerda de su ama, tiene que ser YA 🙂
Yo pienso que el hecho de haber ido a la guarde desde pequeñito habrá tenido algo que ver, pero, como os digo, creo que sobre todo va en su carácter.
En cuanto a lo de perder los nervios, puff! creo que a todos nos ha pasado en algún momento. El cansancio, la pérdida de paciencia… Y estoy contigo, Gessamí, lo mejor es ensayar una salida rápida por si algún día, llevados por la desesperación, vemos que el cubo está a punto de volcar. Puff! Creo que no podría soportar los remordimientos tras una reacción violenta. Confiemos en que nuestra paciencia sea infinita 🙂
Un besote a todas.
¡Uf! ¡Cuánto lo siento! Menuda semana estaréis pasando. ¡Todos mis ánimos para vosotros! Un besote enorme.
Ian es un bebe tranquilo, que apenas se queja, pero quiere que estemos TODO el rato con él, mientras está despierto. Si le dejas un momento sólo, enseguida te persigue, no llora, pero pide que juegues con él. A mi me encanta estar con él, como a todas con su bebe, claro, pero puede ser agotador. Los dias que estoy sola a la hora de preparar el baño, biberon… y voy un poco con prisas, le pongo unos dibujos mientras lo preparo todo y así todos contentos.
Mónica, espero que os mejoreis todos.
!Un beso enorme!!
Llego a las uvas, pero muchas gracias Gessamí, y espero que tú, y todas las lectoras de este blog hayáis pasado muy buen fin de semana… en especial, espero que Mónica, Erik y Rubén salgáis de ese bache físico en sintonía.. estar todos mal a la vez es horrible…
Ánimo para todos/as las que tengáis bebés pochitos… Muxus!
Pros y contras de tener un segundo hijo
[…] fue (y a veces sigue siendo) un bebé de alta demanda. Aunque las posibilidades estadísticas de tener otro hijo así sean bajas, siento pánico sólo de […]